La igualdad de género solo se puede lograr con la participación de los hombres y los niños. A pesar de que los cambios se dan lentamente, los hombres cada vez trabajan más codo con codo con las mujeres para apoyar la igualdad de género y el empoderamiento de las mujeres y las niñas. Hoy por hoy, se reconoce abiertamente que la mejora de la condición jurídica y social de las mujeres y los adelantos en sus derechos arrojan beneficios para el conjunto de la sociedad, no solo para las mujeres y las niñas. Las garantías de acceso a servicios de salud sexual y reproductiva y la protección frente a la violencia por razón de género, entre otras medidas importantes, mejoran la salud de las familias y el bienestar económico de comunidades enteras. El UNFPA trabaja con hombres y niños de todo el mundo para avanzar hacia la igualdad de género, lo que tendrá beneficios para todos. Esos programas alientan a los hombres y a los niños a alejarse de los estereotipos nocivos, a entablar relaciones saludables basadas en el respeto y a apoyar los derechos humanos de todo el mundo en todas partes.
Las alianzas son un imperativo
La igualdad de género requiere la creación de alianzas entre mujeres y hombres Los hombres suelen ejercer un enorme poder en numerosas esferas de la vida de las mujeres, como jefes de estado y ministros del gobierno, líderes religiosos y de entidades confesionales, jueces, jefes de organizaciones militares y de milicias, dirigentes de aldeas, o como maridos y padres.
También son los hombres quienes a menudo controlan el acceso a la información y los servicios de salud reproductiva, las finanzas, el transporte y otros recursos. Con demasiada frecuencia, los hombres adoptan por sí solos decisiones sobre las relaciones sexuales, la duración y la frecuencia de la actividad sexual, así como sobre el uso de anticonceptivos. Algunos hombres llegan incluso a imponer sus decisiones mediante la coacción o la violencia.
Al mismo tiempo, los niños y hombres jóvenes serán en el futuro parejas, líderes y miembros de la comunidad; hacerlos participar en programas que promuevan actitudes y comportamientos equitativos para los hombres y las mujeres es fundamental para garantizar un futuro donde no exista la discriminación de género.
Aumento del interés en la igualdad de género
Es evidente que los hombres deben participar en los esfuerzos para lograr que la igualdad de género sea una realidad y los programas de salud reproductiva, eficaces. Los estudios muestran que los hombres quieren participar y muchos de ellos acogen con agrado la idea de establecer relaciones mutuamente satisfactorias basadas en la confianza y la comunicación. El trabajo realizado por el UNFPA sobre el terreno también pone de manifiesto que los hombres en puestos de liderazgo pueden convertirse en valiosos aliados para tratar las cuestiones de salud reproductiva, desde la mortalidad materna hasta la violencia contra las mujeres. Las pruebas también apuntan a que los hombres jóvenes son más receptivos que los de mayor edad a perseguir una igualdad mayor.
Con ese objetivo, muchos de los programas del UNFPA aspiran a aumentar la participación de los hombres y los niños en nuevas iniciativas que promuevan la igualdad y la equidad de género y el empoderamiento de las mujeres. La meta consiste en que los hombres se sientan más cómodos en su papel de pareja responsable, atenta y no violenta. También reconocen la diversidad de las necesidades de salud sexual y reproductiva de los hombres, incluidas las de los jóvenes, los más desfavorecidos económicamente y los desplazados.
Atajar el problema de raíz
Los programas eficaces también reconocen que las funciones y las relaciones de género están vinculadas con las circunstancias culturales, religiosas, económicas, políticas y sociales. Se basan en la idea de que las relaciones de género no son estáticas, sino que pueden cambiarse.
Las ideas sobre la virilidad están profundamente arraigadas. Desde muy temprana edad, a los niños se les socializa de conformidad con las funciones asignadas a cada género, que han sido diseñadas para que los hombres conserven el poder y el control. A muchos se les condiciona a creer que un comportamiento dominante para con las niñas y las mujeres es inherente a la condición de hombre.
Los comportamientos sexuales agresivos y de riesgo por parte de los hombres jóvenes reciben a menudo el aplauso de sus pares y, hasta cierto punto, la aquiescencia de la sociedad. Estos estereotipos son dañinos tanto para las mujeres como para los hombres, y van menguando las posibilidades de establecer relaciones satisfactorias basadas en el respeto mutuo. Se puede alentar a los niños y a los hombres jóvenes a que reflexionen y debatan cuestiones relacionadas con la masculinidad, las relaciones y la sexualidad, lo que puede contribuir a la deconstrucción de actitudes negativas de alto riesgo y, en ocasiones, nocivas.
¿Qué está haciendo el UNFPA?
Muchos proyectos apoyados por el UNFPA hacen hincapié en el papel de los hombres en la salud reproductiva. Cada proyecto está dirigido a un grupo de hombres diferente —desde soldados hasta líderes religiosos— para lograr objetivos distintos, desde la prevención del VIH hasta una mayor participación de los hombres en la vida familiar. Por ejemplo, el UNFPA trabaja con hombres adolescentes y jóvenes para cuestionar los estereotipos de masculinidad y los comportamientos de riesgo en la actualidad (en particular comportamientos sexuales), así como para mejorar su comprensión y apoyo a los derechos de las mujeres y a la igualdad de género.
El UNFPA también involucra a los hombres y niños en las cuestiones relacionadas con la violencia por razón de género. En 2017, por ejemplo, el UNFPA trabajó para involucrar a hombres y niños en Swazilandia en la prevención de la violencia contra las mujeres y las niñas. Del mismo modo, en Egipto, el UNFPA movilizó a los líderes religiosos sobre estas cuestiones, mientras que en Serbia y Camboya, el UNFPA colaboró con organizaciones de la sociedad civil para movilizar a los adolescentes y desafiar los estereotipos y valores dañinos y la prevención de la violencia.
Las oficinas del UNFPA en todo el mundo, incluidas Camboya, Liberia, Indonesia, Kirguistán, Níger y Ucrania también contratan hombres para apoyar la salud y los derechos sexuales y reproductivos, incluidas las iniciativas de maternidad sin riesgo , planificación familiar y prevención del VIH.
Y durante décadas, el UNFPA ha trabajado con las fuerzas armadas para llegar a un gran número de hombres con información, educación y servicios sobre la vida familiar y la planificación familiar, incluso en Uganda en 2017.