Jasbeer Kaur

En toda la India predomina una preferencia profundamente arraigada por los hijos varones. “La gente todavía piensa que necesitas un hijo porque, sin uno, ¿cómo puedes perpetuar el nombre de la familia?”, explica Rajveer Kaur, vecina de Jasbeer en su pueblo en Rajastán.

La preferencia por los hijos varones predomina en muchas sociedades de todo el mundo. Es una forma de discriminación sistemática contra las niñas, fundamentada en normas sociales y de género que confieren a las niñas y a las mujeres un estatus inferior en comparación con los niños y los hombres.

La preferencia por los hijos varones puede derivar en una selección del sexo con sesgo de género, su manifestación más extrema, que inclina la relación de sexos de una población hacia los hombres. Cuando la fecundidad disminuye en un contexto de desigualdad de género, las familias pueden tratar de elegir el sexo de su descendencia. La creciente disponibilidad de tecnologías reproductivas puede exacerbar la práctica de la selección del sexo con sesgo de género antes del nacimiento. La prevalencia es difícil de determinar, pero si nacen más de 102-106 niños por cada 100 niñas, es probable que la causa sea la selección del sexo con sesgo de género.

La preferencia por los hijos varones también puede manifestarse en discriminación después del nacimiento, cuando los cuidadores descuidan las necesidades de las niñas durante sus primeros años de vida. En el caso de las niñas, esto se traduce en una tasa de mortalidad de menores de cinco años superior a la de los niños, así como en una nutrición, salud y educación más deficientes y una mayor vulnerabilidad en general.

Desde la década de los noventa, en algunas partes del mundo han nacido hasta un 25 por ciento más de niños que de niñas. Tales desequilibrios de género tienen un impacto demográfico perjudicial, así como consecuencias individuales para las mujeres y las niñas. Se ha vinculado la selección del sexo con sesgo de género con el aumento de la violencia de pareja, la coacción reproductiva, la trata de personas y la masculinización de la sociedad.

Algunos países han tratado de frenar la selección del sexo con sesgo de género restringiendo el uso de tecnologías modernas con fines de selección de sexo, como lo hizo la India en 1994. No obstante, las prohibiciones a menudo sirven para llevar las prácticas a la clandestinidad y restringir los derechos sexuales y reproductivos más generales.

Los enfoques eficaces abordan la causa fundamental de la preferencia por los hijos varones y la selección del sexo con sesgo de género: la desigualdad de género. Entre las estrategias clave se encuentran las siguientes:

• Empoderar a las mujeres y las niñas reforzando su acceso a oportunidades, económicas y educativas, a la atención de la salud sexual y reproductiva y a otros servicios básicos.
• Involucrar a instituciones, comunidades, familias y personas para cambiar las normas de género discriminatorias y generar conciencia sobre el valor y las contribuciones de las mujeres y las niñas.
• Promover la igualdad de género en las relaciones y en la crianza de los hijos, y hacer participar a los hombres y los niños.
• Cambiar las leyes y políticas discriminatorias, por ejemplo, para permitir que las hijas hereden bienes; y hacer cumplir las leyes que previenen y rectifican la discriminación y la violencia por razón de género.
El UNFPA dirige el Programa Mundial para Prevenir la Preferencia por los Hijos Varones y la Selección del Sexo con Sesgo de Género, actualmente implementado en dos regiones, Asia y el Pacífico (Bangladesh, Nepal y Viet Nam) y Europa Oriental y Asia Central (Armenia, Azerbaiyán y Georgia), y financiado por la Unión Europea y el Organismo Noruego de Cooperación para el Desarrollo.

Mediante el programa mundial, se respaldan intervenciones a nivel mundial, regional y nacional para aumentar la conciencia y el conocimiento generales sobre la preferencia por los hijos varones y la selección del sexo con sesgo de género, respaldar la capacidad de los países para cambiar las normas sociales y de género que discriminan a las mujeres y las niñas y, finalmente, lograr el resultado transformador de UNFPA de terminar con la violencia de género y todas las prácticas nocivas.

En la India, con el apoyo del Ministerio de Relaciones Exteriores de Noruega, el UNFPA se asocia con el Gobierno, la sociedad civil y otras partes interesadas para hacer frente a la preferencia por los hijos varones en colaboración con el poder judicial, el sector de la salud, las fuerzas del orden, los medios de comunicación, investigadores y organizaciones religiosas.

Los padres también desempeñan un papel clave en la manera en que se valora y trata a las hijas. Criar a sus hijas sola no fue fácil, pero Jasbeer se encargó de ellas, se aseguró de que recibieran educación y les enseñó a reconocer lo que valen.

“Nadie se acerca a las niñas a preguntarles su opinión”, indica su hija Sandeep. “Pero nuestra madre nos consulta primero. Nos dice: ‘Díganme qué opinan’. Y eso se siente muy bien”.

Para las mujeres de su comunidad, Jasbeer es una inspiración. “Si Jasbeer Kaur puede criar a tres hijas por su cuenta”, señala Rajveer —ella misma madre de dos niñas—, “¿por qué no podemos criar hijas y disfrutar del apoyo de nuestras familias?”.