Türkiye
*El nombre y los datos de identificación se han modificado por motivos de privacidad y protección.
Fotografía utilizada solo con fines de representación y que no representa la persona de la historia
Al principio de nuestro matrimonio, mi exmarido no me permitía utilizar celular. No fue hasta después de tener un hijo que me dejó usar su teléfono en caso de emergencia. Compartíamos un teléfono, que él controlaba. Conseguí mi propio teléfono gracias a mi hermana, en los últimos meses de mi matrimonio.
Mi ex conocía la contraseña de mi cuenta de Facebook y leía los mensajes que yo enviaba a familiares y amistades. Siempre que recibía una solicitud de amistad por parte de un hombre, me acusaba de tener una relación con él o de querer tenerla, lo cual no era cierto.
Después de decirle que quería el divorcio, abrió una cuenta falsa de Facebook con mis datos personales, y envió mensajes en mi nombre a hombres que me seguían en mi cuenta real y a otros que eligió al azar, para poder comprobar mi actividad.
Suplantando mi identidad, utilizaba WhatsApp para hablar con mis amistades y otras personas, y decía que “si nos divorciamos, compartiré estas capturas de pantalla con tu familia. Te deshonraré”. Aunque las conversaciones no eran mías, él se reía.
En nuestra cultura musulmana, se considera inapropiado que una mujer, casada o soltera, hable de manera íntima con otros hombres. El contacto íntimo [físico] fuera del matrimonio es un delito. Las conversaciones de mi marido —usurpando mi identidad— con otros hombres que no conocía me hicieron temer las reacciones de otras personas. Se trata de una cuestión de honor y dignidad. En mi país de origen, se han cometido asesinatos por honor contra mujeres que habían tenido un comportamiento como del que mi marido me acusaba falsamente.
Expliqué la situación a mi familia. Advertí a mis amistades de Facebook que yo no era la persona con la que estaban intercambiando mensajes. Pero todavía tenía miedo de ser deshonrada, y cuando me encontraba con mis familiares y amistades sentía ansiedad, pensaba que mi marido a lo mejor les había enviado mensajes desde mi cuenta. Esto continuó durante un año.