La mutilación genital femenina, una práctica que implica alterar o lesionar los genitales femeninos por razones no médicas, es reconocida internacionalmente como una violación de los derechos humanos. Se estima que 230 millones de niñas y mujeres en todo el mundo han sido sometidas a esta práctica.
La mutilación genital femenina es un problema mundial que a veces se llama por otros nombres) que se reporta en 92 países de todos los continentes. Los datos de aproximadamente un tercio de los países donde se practica indican una disminución en las últimas tres décadas, y hoy se calcula que 1 de cada 3 niñas es sometida a la práctica nociva en comparación con 1 de cada 2 niñas anteriormente. Dos terceras partes de los hombres y mujeres desean que esta práctica termine. Sin embargo, estos resultados positivos tendrían aumentarse 27 veces para alcanzar el objetivo de acabar con la práctica para el año 2030.
El UNFPA estima que 68 millones de niñas están en riesgo de sufrir mutilación genital femenina entre 2015 y 2030. Para proteger a estas niñas, todas y todos debemos mantener el compromiso de alcanzar el objetivo cero a través de asociaciones más amplias y enfoques rentables para ampliar las intervenciones que desafíen las normas sociales que perpetúan la práctica. Los gobiernos, donantes, el sector privado, las comunidades, las organizaciones de base, las niñas y mujeres, los niños y los hombres tienen un papel que desempeñar como agentes de cambio para garantizar que las niñas crezcan libres de mutilación genital femenina.