La salud sexual no trata solo de estar libres de enfermedades.
Las relaciones positivas basadas en el respeto mutuo, la empatía y la comprensión son piedra angular de la salud y el bienestar sexuales. Esto aplica no solo a las relaciones de pareja, sino también a las relaciones con educadores y proveedores de servicios de salud sexual. Cuando estas relaciones son seguras y respetuosas, las personas tienen mayores posibilidades de hacer cumplir sus derechos y opciones.
Al celebrar el Día Mundial de la Salud Sexual este año, damos un vistazo a algunas de las relaciones e iniciativas que en todo el mundo contribuyen a empoderar y proteger a las mujeres y las niñas.
Una clave para desarrollar relaciones positivas es la educación sexual integral, que es el proceso de enseñar los aspectos emocionales, físicos y sociales de la sexualidad. Esto empodera a todas y todos, en especial a las mujeres y las niñas, para desarrollar relaciones positivas y proteger su salud y derechos sexuales y reproductivos, así como para reconocer la explotación y el abuso.
El UNFPA promueve la salud sexual mundial al abogar por el derecho de todas las personas a la autonomía corporal y al apoyar el acceso a servicios esenciales de salud sexual y reproductiva, sin discriminación. Tanto en tiempos de estabilidad como de crisis, el UNFPA trabaja para garantizar el acceso a los anticonceptivos, la educación sexual integral, la salud materna y los servicios para prevenir y responder a la violencia de género y las prácticas nocivas, como la mutilación genital femenina y el matrimonio infantil.
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