Plan estratégico 2022-2025

Aceleración Transformación Llegando a los más rezagados

Este plan invita a las partes interesadas de todo el mundo a unirse al Fondo de Población de las Naciones Unidas (UNFPA) en su misión de lograr el acceso universal a la salud sexual y reproductiva, hacer efectivos los derechos reproductivos y acelerar los avances en la ejecución del Programa de Acción de la Conferencia Internacional sobre la Población y el Desarrollo (CIPD). Nos acercamos a 2030, el fin del plazo para lograr los tres resultados transformadores —poner fin a las necesidades de planificación familiar insatisfechas, poner fin a las muertes maternas evitables y poner fin a la violencia de género y a las prácticas nocivas—, por lo que urge realizar grandes avances en poco tiempo.

Nuestro compromiso con la consecución de los tres resultados transformadores de aquí a 2030 no ha cambiado, pero las maneras de conseguirlos cambiarán drásticamente, en vista de los cambios mundiales —incluidas las llamadas “megatendencias”— que han modificado las condiciones en las que trabajamos.

El nuevo plan estratégico refleja un mundo cambiante y, a la hora de acelerar nuestras iniciativas, transformar nuestros programas y motivar a nuevos socios, daremos prioridad a las necesidades de las personas más rezagadas, en particular aquellas que viven en situación de pobreza o con discapacidad, personas afrodescendientes o de comunidades indígenas, personas LGBTQI+ y las mujeres y niñas en situación de mayor vulnerabilidad. No se pueden lograr estos resultados sin mayor énfasis en los derechos y a la participación inclusiva de las mujeres, los adolescentes y los jóvenes como agentes de cambio.

el mundo en la actualidad

Los cambios que están teniendo lugar en el clima, la demografía, la desigualdad y la tecnología están transformando el mundo como nunca antes. El número de muertes maternas sigue siendo elevado —la mitad se produce en situaciones humanitarias— y, en los últimos años, las reducciones de dicha cifra se han estancado. Los jóvenes carecen de acceso a educación sexual. En las regiones en desarrollo, hay 200 millones de personas que desean evitar el embarazo pero no usan anticonceptivos modernos. Casi 1 de cada 3 mujeres ha sido víctima de violencia física o sexual. Otras mujeres experimentan infecundidad, VIH y sida, fístulas obstétricas y abortos en condiciones de riesgo y falta de atención integral posaborto, y son objeto de la mutilación genital femenina y el matrimonio infantil, entre otras prácticas.

el mundo en la actualidad

El número de personas que necesitan asistencia humanitaria aumentó de 137 millones en 2017 a 235 millones en 2021. La disminución de las tasas de fecundidad y el envejecimiento de la población en algunos países suponen un profundo contraste con la emergente población joven que presentan otros países. Si bien las tendencias recientes muestran que se han logrado avances en la reducción de la pobreza a nivel mundial, las fuerzas económicas están produciendo una creciente concentración de riqueza en una pequeña minoría, dejando atrás a un gran número de personas e incrementando la brecha entre ricos y pobres.

En todo el mundo, se registran importantes conflictos —desde hambrunas, inundaciones, incendios y calor extremo producto del cambio climático hasta los efectos de la pandemia de COVID-19— que siguen perturbando, y amenazando e incluso anulando los logros conseguidos con mucho esfuerzo en materia de desarrollo.

el futuro

En el UNFPA, soñamos con un futuro en el que haya igualdad para todas las personas, se protejan y respeten los derechos y decisiones de los individuos, y nadie se quede atrás. Un futuro en el que las personas jóvenes tengan fácil acceso a información y servicios de salud sexual y reproductiva y en el que las parejas y las personas puedan decidir si quieren tener hijos, cuándo tenerlos y cuántos quieren tener. Un futuro en el que las niñas y las mujeres puedan completar su educación y destacar durante su trayectoria educativa, recibir un salario igualitario y convertirse en agentes de cambio en sus comunidades. En la actualidad, hay un número mayor de mujeres y adolescentes en los países en desarrollo que tienen acceso a anticonceptivos modernos, sobreviven al embarazo y al parto, y no sufren violencia de género. Nuestro mundo se encuentra más cerca que nunca de conseguir el objetivo de que todas las personas disfruten de salud y derechos sexuales y reproductivos.

el plan estratégico

En todo momento, el UNFPA procura encontrar soluciones a los problemas a los que la humanidad se enfrenta actualmente. Al centrarse en rutas críticas, las medidas acelerarán la satisfacción de las necesidades de planificación familiar insatisfechas, el fin de las muertes maternas evitables y el fin de la violencia de género y las prácticas nocivas. La ruta transformadora que se establece en el plan estratégico del UNFPA para 2022-2025 lleva a 2030 y al logro del acceso universal a la salud sexual y reproductiva y los derechos reproductivos. El plan se basa en tendencias emergentes, se añaden prioridades nuevas y ampliadas a los compromisos de larga data, y cambia nuestra “manera de trabajar”. Sin embargo, en todo momento, el Programa de Acción de la CIPD y los Objetivos de Desarrollo Sostenible de 2030 siguen orientando nuestro camino. Ya hemos registrado importantes avances, pero persisten muchos desafíos y estamos preparados para tomar las medidas necesarias para alcanzar las metas.

En esta trayectoria transformadora no tienen cabida la discriminación ni la exclusión

Puesto que incluye a las personas más rezagadas. El género, edad, cultura, origen étnico, raza, idioma, religión, discapacidad y ubicación geográfica son factores que pueden contribuir a la vulnerabilidad en poblaciones clave, así como las condiciones socioeconómicas, situación migratoria, asilo, condición de refugiado y desplazado, VIH y sida. Se consideran las desigualdades estructurales subyacentes, los obstáculos sociales y culturales, las brechas y la vulnerabilidad interseccional.

este es el plan

El UNFPA emprendió el proceso de diseño del plan estratégico mediante la creación de una base empírica de los aspectos que funcionan: las buenas prácticas, innovaciones y lecciones aprendidas, que incluyen la respuesta fundamental a la pandemia de COVID-19. Un amplio proceso de consulta contó con la participación de expertos, miembros del personal y partes interesadas para identificar nuevas maneras de acelerar el progreso.

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