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Después de ocho años de conflicto y a pesar de una frágil tregua, el parto sigue siendo una cuestión de vida o muerte en Yemen
- 31 de marzo de 2023
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DHAMAR, Yemen– “Si conseguimos algo de comer, primero alimentamos a nuestros hijos”. Zahra, de 30 años, es madre de cuatro hijos de la aldea de Wusab Al Safil, en la gobernación de Dhamar, en Yemen.
Hace ocho años, a medida que la guerra se intensificaba dramáticamente y los centros de salud apenas estaban en pie o meramente funcionaban debido a la violencia y la inseguridad, Zahra entró en trabajo de parto temprano con su tercer hijo. Estaba gravemente desnutrida, una condición peligrosa que afecta a unos 1,5 millones de mujeres embarazadas y lactantes en Yemen, y sin personal de salud que apoyara el parto prematuro, su situación ponía en peligro su vida.
En medio de un conflicto prolongado, el colapso económico y el aumento de los precios de los alimentos, Yemen es una de las crisis humanitarias más profundas y arraigadas del mundo. En 2023, 21,6 millones de personas necesitan asistencia humanitaria, el 80 % de la población enfrenta altos niveles de precariedad en relación con los alimentos, y ni siquiera cuenta con la atención médica más básica.
Zahra y su bebé sobrevivieron, pero la niña padece una enfermedad cardíaca congénita. Cuando quedó embarazada por cuarta vez, volvió a estar muy desnutrida y con bajo peso, su cuerpo se debilitó cada vez más y era más propenso a las enfermedades. Una mañana se derrumbó con dolor abdominal y sangrado, y su esposo, Anwar, la llevó a una clínica cercana pero mal equipada.
Se le aconsejó que se realizara una ecografía para detectar complicaciones adicionales, pero la familia no tenía medios para pagarla. Una enfermera le contó sobre el Hospital Al Ahad, que ofrecía servicios gratuitos de salud reproductiva. “Me sentí muy aliviada”, confesó Anwar. “Sin embargo, no tenía dinero para pagar el transporte para llegar al hospital”.
Anwar y una Zahra en avanzado estado de embarazo decidieron caminar las siete horas para llegar al centro de salud.
Una crisis de salud materna
El hospital Al Ahad cuenta con el apoyo del UNFPA mediante la financiación de la Unión Europea, y ofrece servicios gratuitos de salud reproductiva, como ecografías, pruebas clínicas y exámenes de laboratorio. El equipo médico trató la desnutrición de Zahra, le realizó la ecografía y ayudó a dar a luz a su bebé de forma segura.
Unos 5,5 millones de mujeres y niñas en edad fértil en Yemen tienen acceso limitado o carecen totalmente de acceso a servicios de salud reproductiva, y una mujer muere durante el embarazo y el parto cada dos horas. Este es uno de los índices más altos de la región y una cifra aún más desgarradoras debido a que las causas serían casi totalmente prevenibles con el acceso a los servicios de salud.
Para las mujeres y las niñas, la crisis está cobrando un precio insoportable: menos de la mitad de los nacimientos son atendidos por personal médico calificado, y solo uno de cada cinco de los centros de salud que quedan puede proporcionar atención materna y neonatal.
Una lucha por la supervivencia
Hayat Ahmed Saleh, de 32 años, también estuvo desnutrida durante sus dos primeros embarazos y sufre anemia severa, resultado de la mala alimentación y una de las principales causas de muertes maternas.
La Sra. Saleh, del distrito de Al-Suqya, en la gobernación de Lahj, no podía permitirse el lujo de alquilar un auto para ir a un centro de salud (el más cercano estaba a 40 kilómetros) ni pagar la atención médica. En ambas ocasiones entró en labor de parto temprano en casa, atendida por una partera no calificada; ninguno de los bebés sobrevivió.
“Estaba decidida a tener un hijo. No quería rendirme”, adelanta la sra. Saleh al UNFPA. Había oído hablar del hospital rural Al Ara, que cuenta con el apoyo del UNFPA y KSrelief ofrece servicios gratuitos de salud reproductiva.
“Cuando oí hablar del hospital y me dijeron que había personal especializado con parteras entrenadas, decidí caminar hasta allí y explicar mi situación”.
El médico le aconsejó que visitara el hospital para hacerse pruebas y chequeos frecuentes durante su embarazo, y que realizara un seguimiento cada semana después de que cumpliera los seis meses. La Sra. Saleh finalmente dio a luz a un bebé sano. Tras el parto, manifestó al UNFPA que, “cuando estaba lista para dar a luz, estaba nerviosa pero confiada, porque estaba en manos de especialistas dentro de un centro de salud, algo que nunca pensé que fuera posible”.
Un llamamiento por el futuro de las mujeres y las niñas
Las crisis humanitarias y los conflictos a nivel mundial están obstruyendo los esfuerzos de muchos países para reducir las muertes maternas, desafíos que el cambio climático y la falta de parteras cualificadas han exacerbado.
El año 2022 terminó con cierto nivel de esperanza y una visión de lo que el futuro podría deparar a las mujeres y niñas de Yemen, pero todo logro es frágil. El UNFPA sigue siendo la única organización que proporciona medicamentos vitales de la salud reproductiva en hospitales, campamentos para desplazados internos y a través de clínicas móviles. Sin embargo, la crónica falta de financiación está poniendo en peligro esta atención, y más de 90 centros de atención de la salud pueden verse obligados a cerrar si no se pueden asegurar los fondos.
A pesar de esta situación precaria, el UNFPA pudo llegar a más de 2,7 millones de mujeres y niñas en Yemen en 2022 y priorizar sus derechos y acceso a servicios vitales para su salud y bienestar.
Para 2023, el UNFPA está pidiendo 70 millones de dólares que le permitan llegar a 3,9 millones de personas en Yemen. El apoyo se centra en la salud reproductiva, incluida la atención obstétrica y neonatal de emergencia para reducir la mortalidad y la morbilidad maternas; los servicios de protección contra la violencia de género para mujeres y niñas; y los vitales paquetes de emergencia para las personas recién desplazadas por la inseguridad continua.