Luchar para sobrevivir
Hasta finales del siglo XIX, la mayoría de las familias en el mundo tenían muchos hijos.
Pero las condiciones insalubres, la mala nutrición y los sistemas sanitarios débiles significaban que las posibilidades que los niños tenían de sobrevivir en sus primeros años eran inciertas.
Y para la mayoría de aquellos que alcanzaban la edad adulta, la vida era corta.
Más adelante, las cosas cambiaron a medida que los avances en los campos de la nutrición, la ciencia y la tecnología impulsaron el desarrollo social y económico y mejoraron la atención de la salud.
El acceso a anticonceptivos modernos, la educación y el mercado de trabajo ayudaron a promover el empoderamiento de las mujeres. Las personas elegían casarse y tener hijos más tarde. El nivel de vida mejoró, y eso trajo mejor nutrición, agua potable y saneamiento a un número de personas cada vez mayor.
El número de niños que sobrevivían aumentó.
Esta es una pirámide de población.
Cada barra representa el número de personas en un grupo de edad.
Nota: El objetivo de las pirámides de población que se muestran aquí es ilustrar tendencias generales únicamente y no representan datos de un país particular.
Hoy en día, es así como se ve la pirámide de población en los países más pobres del mundo.
Elegir tener menos hijos
El acceso a la anticoncepción y la atención de la salud sexual y reproductiva les da a las mujeres control sobre su fecundidad y sus vidas. Una mejor atención de la salud y una mejor educación pública permiten reducir la mortalidad y mejorar el futuro de las niñas y los niños.
Las tasas de natalidad comienzan a descender.
Estas tendencias transforman la estructura de las poblaciones.
Transformar la estructura de las poblaciones
Más familias eligen tener menos hijos.
A medida que la mortalidad infantil desciende, la población de adolescentes comienza a crecer rápidamente.
Estos jóvenes se suman a la población en edad de trabajar.
Más personas viven más tiempo. La población en general envejece gradualmente.
¿Qué es el dividendo demográfico?
El aumento en la expectativa de vida, la disminución de la mortalidad infantil y la disminución de la fecundidad transforman la estructura de las poblaciones.
Con las inversiones adecuadas, estos cambios pueden acelerar el desarrollo sostenible.
En el momento en que la población en edad de trabajar aumenta y supera el número de personas muy jóvenes y de edad muy avanzada, se crean las condiciones para un dividendo demográfico.
Si esta población numerosa de jóvenes es saludable, educada, está empoderada y tiene trabajo decente, puede dinamizar el crecimiento económico en una generación.
Eso no sucede por sí solo. Para capitalizar un dividendo demográfico, es necesario invertir en los jóvenes.
Empoderamiento
Para poder aprovechar oportunidades, todas las personas necesitan vivir libres de violencia y coacción. Necesitan servicios de salud, incluidos servicios de salud sexual y reproductiva.
La clave está en que las mujeres y las niñas puedan dirigir sus propias vidas. Y para ello, tener la libertad de decidir si desean tener hijos, y en qué momento tenerlos, es indispensable.
Educación
La generación de oportunidades para las personas y su posibilidad de capitalizarlas son el motor de un dividendo demográfico.
El acceso al aprendizaje a lo largo de la vida es fundamental para preparar a la población joven de modo que pueda integrarse a la fuerza laboral, lo mismo que para mantener a los trabajadores de mayor edad preparados para el cambio.
Empleo
No basta con educar a los jóvenes: necesitan empleos. Si se les canaliza a actividades productivas, sus conocimientos, habilidades y esfuerzos pueden impulsar un dividendo demográfico.
Para generar prosperidad y crecimiento de manera sostenible, todas las personas -jóvenes y mayores, hombres y mujeres- necesitan oportunidades de trabajo decente que les permitan generar un salario mínimo vital.
En algunos países, la transición demográfica ya tuvo lugar. Para otros, se encuentra en su futuro.
Población en edad de trabajar, 2018
En este mapa se muestra la proporción de cada país que se encuentra entre los 20 y los 64 años de edad: en edad de trabajar.
Fuente: Naciones Unidas, División de Población, Perspectivas de la Población Mundial: Revisión 2017; Banco Mundial, Indicadores de Desarrollo Mundial; y OIT, ILOSTAT.
Nota: El Producto Interno Bruto (PIB) per cápita se expresa en dólares estadounidenses constantes del 2010. La productividad laboral se expresa en dólares internacionales constantes del 2011 en la forma de Paridad de Poder Adquisitivo (PPA). Un dólar internacional tiene el mismo poder adquisitivo que el dólar estadounidense tiene en los Estados Unidos. Un tipo de cambio de PPA es el número de unidades de la divisa de un país que se necesita para comprar la misma cantidad de bienes y servicios en el mercado nacional que un dólar estadounidense compraría en los Estados Unidos.
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Proporción de la población de 20-64 años
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Fuente: Naciones Unidas, División de Población,
Perspectivas de la Población Mundial: Revisión 2017; Banco Mundial, Indicadores de Desarrollo Mundial; y OIT, ILOSTAT.
*Nota: El Producto Interno Bruto (PIB) per cápita se expresa en dólares estadounidenses constantes del 2010. La productividad laboral se expresa en dólares internacionales constantes del 2011 en la forma de Paridad de Poder Adquisitivo (PPA). Un dólar internacional tiene el mismo poder adquisitivo que el dólar estadounidense tiene en los Estados Unidos. Un tipo de cambio de PPA es el número de unidades de la divisa de un país que se necesita para comprar la misma cantidad de bienes y servicios en el mercado nacional que un dólar estadounidense compraría en los Estados Unidos.