16 días de activismo contra la violencia de género
La violencia contra las mujeres es una violación de los derechos humanos.
Cada año, el mundo celebra la campaña 16 Días de Activismo contra la Violencia de Género, que comienza el 25 de noviembre, el Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer, y se extiende hasta el 10 de diciembre, Día Internacional de los Derechos Humanos, para crear conciencia e inspirar acciones para combatir la violencia de género.
El UNFPA trabaja con miras a eliminar la violencia contra las mujeres y las niñas en todas sus formas, incluidas la agresión sexual y física, la violencia en la pareja, el abuso emocional, el matrimonio forzado e infantil, la mutilación genital femenina, la violencia digital y muchas otras, dondequiera y cuando sea que ocurran.
A medida que nuestro mundo vive la intensificación de los conflictos y los desastres climáticos, estamos viendo niveles récord de desplazamiento e inestabilidad, que exponen a las mujeres y las niñas a riesgos de violencia de género cada vez mayores. En tiempos de crisis, las mujeres a menudo se ven obligadas a huir solas o con sus hijos y a emprender viajes peligrosos. Los alojamientos, si están disponibles, suelen ser temporales, estar superpoblados y ser inseguros. La explotación y el abuso sexuales aumentan a medida que las mujeres son despojadas de sus redes de seguridad. Algunas se ven obligadas a recurrir a mecanismos perjudiciales para sobrevivir, como la prestación de servicios sexuales, en un intercambio desesperado de alimentos o dinero.
Sin embargo, en momentos en que las necesidades de las mujeres y las niñas son mayores, se reduce el acceso a los servicios y el apoyo. El desplazamiento perturba las estructuras de salud y protección, quiebra los sistemas de apoyo comunitario y separa a las familias. El riesgo de violencia de género puede representar una barrera formidable para que las mujeres y niñas desplazadas tengan acceso a los elementos básicos para la supervivencia, incluidos alimentos, vivienda y atención médica.
Además, la violencia de género es un delito muy poco denunciado y poco investigado, perpetuado por un ciclo de impunidad para los abusadores. Esto fomenta un ambiente de miedo y estigma, que obstaculiza la curación de las sobrevivientes y les niega el derecho a la justicia y el apoyo.
Mientras tanto, en el mundo virtual, la violencia digital adquiere muchas formas nefastas, incluida la explotación sexual basada en imágenes, que afecta de manera desproporcionada a las mujeres y las niñas. Los sobrevivientes sienten miedo, pánico y depresión y ven efectos adversos en sus relaciones, su trabajo y su vida social. A veces, la violencia digital se mueve fuera de línea, y amenaza su seguridad física. El UNFPA sabe que lo virtual es real.
A pesar de los graves efectos de la violencia de género en todas sus formas, todavía no se le da prioridad a enfrentarla con suficiente urgencia, especialmente en medio de las crisis humanitarias, en las que más de dos tercios de las mujeres son víctimas de este abuso. Debemos invertir muchos más recursos y lograr mayor voluntad política para ponerle fin de manera definitiva. Las sobrevivientes y defensoras se manifiestan crecientemente para que esto suceda, comparten sus historias y piden un cambio. Además, el UNFPA está movilizando socios y recursos con el objetivo de hacer que todos los espacios sean seguros para las mujeres y las niñas, en todas partes.
Actualizado el 22 de noviembre de 2024