Los últimos tres decenios han traído consigo cambios sísmicos en el logro de los derechos humanos, especialmente en los ámbitos de la salud y los derechos sexuales y reproductivos. Sin embargo, queda un largo camino por recorrer.
En 1994, los líderes mundiales presentes en la histórica Conferencia Internacional sobre la Población y el Desarrollo se unieron en torno a una verdad indiscutible: la consecución de los derechos humanos, en particular de las mujeres y las niñas, es parte integral del desarrollo inclusivo y sostenible.
Desde entonces, los países de todo el mundo han realizado esfuerzos para garantizar la autonomía corporal, promover la igualdad de género y cambiar las normas y leyes para contrarrestar la violencia de género. No obstante, siguen existiendo graves barreras para el progreso, incluida nuestra incapacidad de proteger a las mujeres y las niñas de los abusos y las violaciones de su salud y sus derechos sexuales y reproductivos.
A partir de lo anterior, el tema del Día de los Derechos Humanos de este año es: “Nuestros derechos, nuestro futuro, ahora mismo”.
Las violaciones del derecho a la autonomía corporal son evidentes en el hecho de que, en 2023, una cuarta parte de las mujeres de 68 países no podían negarse a tener sexo. Ese mismo año, 85.000 mujeres y niñas fueron asesinadas en todo el mundo, y la mayoría murió a manos de su pareja o de un miembro de la familia. La violencia contra las mujeres se ha generalizado en todos los espacios, incluidos los digitales .
La comunidad internacional debe rendir cuentas por la violencia desenfrenada que pone en peligro a las mujeres y las niñas, y debe pasar de la rendición de cuentas a las acciones. Los países deben fortalecer los marcos jurídicos, la recopilación de datos y el seguimiento, además de abordar las causas profundas y empoderar a las sobrevivientes. Los líderes mundiales también deben invertir tanto en la protección como en los derechos de las mujeres y las niñas, especialmente en el derecho a la autonomía corporal.
Para contribuir al progreso mundial, el UNFPA ha puesto en marcha una herramienta interactiva en línea para apoyar a los funcionarios gubernamentales, los profesionales de la salud, las organizaciones de la sociedad civil, los defensores de los derechos humanos, el personal de las Naciones Unidas y cualquier otra persona comprometida a garantizar un enfoque basado en los derechos de la salud y los derechos sexuales y reproductivos como parte de la cobertura sanitaria universal.
Lograr los derechos para todas y todos significa empoderar a las mujeres y las niñas (que son la mitad de la población mundial) con capacidad de acción sobre sus cuerpos y sus vidas. Sólo si hacemos de esto una prioridad hoy podremos construir un mañana pacífico y próspero.