Una esponja para aprender
Como muchas de las mentes más brillantes del mundo, Waman, un activista indígena de América Latina, cuando más disfruta es cuando está aprendiendo algo nuevo. Después de su familia, su mayor tesoro son los libros y la información. En su pueblo se le conoce como el Esponja por la cantidad de información que es capaz de absorber. Waman es un hombre humilde pero orgulloso. Es una de las personas más capacitadas y con una educación más avanzada de su comunidad; completó estudios de primaria y secundaria en español y en su lengua indígena. Las ciencias naturales son su pasión y disfruta aprendiendo sobre técnicas agrícolas, botánica y ornitología. Waman también habla un poco de inglés, lo que le permite conseguir trabajo ocasional en las agencias de turismo locales.
“Se calcula que la población indígena suma unos 370 millones de personas en todo el mundo. Históricamente, los pueblos indígenas han sido, y continúan siendo, objeto de marginación social y política, lo que ha entorpecido su acceso al desarrollo.”
Su capacitación fue posible gracias a los esfuerzos que el Estado realizó durante el decenio anterior para incluir a las comunidades indígenas en el sistema educativo nacional. Hay escuelas que imparten conocimientos a lo largo de la enseñanza secundaria en las lenguas indígenas, junto con un plan de estudios en español. Algunas incluyen también la enseñanza del inglés en sus programas. Estas escuelas emplean, además, textos más apropiados desde el punto de vista cultural en los tres idiomas. Existen numerosas comunidades indígenas en la región, pero el sistema escolar no presta a todas la misma atención.
“Los pueblos indígenas siguen siendo víctimas de la marginación social y política.”