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“¿A dónde se supone que vayamos?”: Las mujeres y las niñas del norte de Gaza sufren desplazamientos, hambre y ataques al sistema de atención médica

Un grupo de personas, una en silla de ruedas y varias en un carro tirado por un burro, viajan a lo largo de un camino polvoriento rodeado de edificios destruidos y escombros
Desde el 6 de octubre de 2024, unas 130.000 personas han sido desarraigadas del norte de Gaza y terminado en la ciudad de Gaza. En algunos lugares de desplazamiento, hasta el 70 % de las y los refugiados son niños y mujeres. Crédito: UNFPA Palestina/Clínica de Medios de Comunicación.
  • 25 Noviembre 2024

NORTE DE GAZA, Territorio Palestino Ocupado – Adla fue obligada a abandonar su casa en Jabalia, en el norte de Gaza, después de que fuera demolida por las fuerzas israelíes. “No teníamos colchones, ni comida, ni ropa: nada. Huimos de los ataques aéreos tal como estábamos”, relató al UNFPA, la agencia de la @ONU_es para la salud sexual y reproductiva. 

Desde el 6 de octubre de 2024, unas 130.000 personas han sido desarraigadas del norte de Gaza y terminado en la ciudad de Gaza. En algunos lugares de desplazamiento, hasta el 70 % de las y los refugiados son niños y mujeres, entre quienes se estima que más de 2.000 están embarazadas.

 Durante el asedio del norte de Gaza, Adla habló de mujeres y niños separados de los hombres y obligados a caminar. “​Un tanque viajaba al lado nuestro, y disparaba mientras avanzábamos.” Adla y otras mujeres levantaron una bandera blanca en un intento desesperado por obtener seguridad. “No tenemos refugio, ¿a dónde se supone que vayamos?”

Adla y su familia viven ahora en el estadio deportivo de Yarmouk, en la ciudad de Gaza, que acoge a personas de todo el norte de Gaza. Hasta el momento solo se han proporcionado 23 tiendas para 300 familias; en condiciones normales, cada tienda albergaría a una familia.

Múltiples tiendas blancas con algunas personas desplazadas en primer plano
El campamento de tiendas de campaña en el estadio de Yarmouk, en la ciudad de Gaza, acoge a familias desplazadas del norte de Gaza. La mayoría de las tiendas alberga a varias familias. Crédito: UNFPA Palestina/Clínica de Medios de Comunicación. 

Muchas mujeres y niñas buscan refugio en hogares abandonados y clínicas destruidas, o bien duermen al aire libre, lo que las expone a la violencia de género, el abuso, las enfermedades y las infecciones.

Asociados del UNFPA evacuados a la ciudad de Gaza han establecido centros médicos que proporcionan atención médica, asesoramiento y remisión a especialistas. Sin embargo, estos servicios se ven gravemente limitados por la escasez crónica de tiendas de campaña, electricidad, combustible y transporte, que a menudo deja a las personas más vulnerables sin acceso a apoyo crítico.

Los peligros del embarazo en una zona de guerra

La situación cada vez más peligrosa para las mujeres y las niñas se ve agravada por la falta de instalaciones sanitarias, agua potable y suministros de alimentos cada vez más escasos. Se informa que las tasas de malnutrición están aumentando, y que más de 550.000 mujeres padecen hambre aguda, y hay más de 15.000 mujeres embarazadas al borde de la hambruna.

Los sistemas inmunitarios se han debilitado, y se corre riesgo de contraer enfermedades transmitidas por el agua, pero las mujeres embarazadas y lactantes también deben sobrevivir junto a pilas de basura y aguas residuales y con mínimo acceso a la atención sanitaria. En estas terribles circunstancias, hay alrededor de 50.000 embarazadas en Gaza, y se prevé que se produzcan 4.000 partos solo en el próximo mes, según el UNFPA. Los datos iniciales indican que, en los últimos seis meses, ha habido un fuerte aumento de abortos espontáneos notificados.

Una mujer con un vestido azul estampado carga a un recién nacido que llora dentro de una tienda de campaña.
Jawaher, una madre desplazada del norte de Gaza, dio a luz en el hospital Al-Sahaba, apoyado por el UNFPA, después de pasar dos días de trabajo de parto mientras huía de la violencia. Crédito: UNFPA Palestina/Clínica de Medios de Comunicación.

Jawaher, del norte de Gaza, describió su desgarradora experiencia de trabajo de parto mientras huía de la embestida. “Tenía mucho miedo. Todavía no estaba lista para el parto”. Llegó al Hospital Al-Sahaba, al que el UNFPA presta apoyo con equipo y suministros médicos, justo a tiempo para dar a luz en condiciones seguras.

“Di a luz a mi bebé después de dos días de dolor y miedo. En el caos y el pánico de ser desplazado, mi recién nacido sufrió una lesión en la cabeza”.

Jawaher y su recién nacido se refugian en Yarmouk, pero sin artículos esenciales como pañales, ropa, leche o agua limpia, ella enfrenta dificultades para cuidar al bebé, y ambos están desnutridos. “Necesitamos cubrir todas las necesidades básicas para nosotras y nuestros hijos. Estamos muy cansadas”.

Asociaciones para salvar vidas

A pesar de la falta casi total de suministros humanitarios en Gaza, el UNFPA está colaborando estrechamente con el UNRWA, el Organismo de Obras Públicas y Socorro de las Naciones Unidas para los Refugiados de Palestina en el Cercano Oriente, y la organización asociada Sociedad Palestina de Socorro Médico, para prestar servicios de salud sexual y reproductiva.

En la actualidad, 72 parteras trabajan en los centros médicos del UNRWA ubicados en albergues, garantizando la atención a pesar de enfrentar múltiples problemas operacionales, desde el propio desplazamiento hasta los constantes riesgos de seguridad y la grave escasez de recursos de todo tipo. Las parteras se han comprometido a proporcionar atención prenatal y posparto, apoyo obstétrico de emergencia, consultas de planificación de la familia y remisiones para casos de alto riesgo.

 Baby Mohammed es una de las muchas vidas tocadas por esta asociación. Poco después de nacer, en octubre de 2024, sufrió heridas de metralla en la cara cuando bombardearon la ambulancia que lo transportó al hospital indonesio en el norte de Gaza. Su madre murió en el ataque.

El padre y los hermanos de Mohammed habían sido desplazados al sur, pero el equipo de partería logró localizar a una de sus tías en la ciudad de Gaza, que intervino para cuidarlo. El equipo también organizó una visita médica y un examen exhaustivo, le administró su primera vacuna en noviembre y supervisó continuamente su progreso.

Un sistema de salud doblegado

Menos de la mitad de los hospitales funcionan ahora parcialmente en Gaza; en el norte, los hospitales Kamal Adwan y Al Awda, que reciben apoyo del UNFPA, sólo pueden prestar servicios mínimos.

En los últimos 12 meses, el UNFPA ha ayudado a unas 45.000 mujeres en Gaza a dar a luz de manera segura, aproximadamente tres cuartas partes de todos los partos desde la escalada del conflicto. A la luz de las recientes órdenes de evacuación en el norte de Gaza, el UNFPA y sus asociados están trabajando para garantizar que puedan continuar los servicios de salud y protección materna.

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