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Ataques, falta de personal y de financiación: La escasez de asistencia sanitaria pone en peligro a las mujeres embarazadas en el noroeste de Siria

 Dos trabajadoras sanitarias con hiyab rosa y bata verde realizan una operación bajo una gran lámpara quirúrgica
Trabajadoras sanitarias realizan una operación en el Hospital de Maternidad de Idlib. © UNFPA/ Abdul Razzaq Zakzouq
  • 23 Octubre 2024

IDLIB, República Árabe Siria - El conflicto y la inestabilidad actuales siguen alterando gravemente la vida en el noroeste de Siria, poniendo a prueba las reservas de suministros médicos y desbordando la capacidad del personal sanitario. Las mujeres embarazadas con complicaciones obstétricas se encuentran entre los grupos de mayor riesgo.

«Muchas mujeres del noroeste de Siria pierden la vida mientras son trasladadas entre hospitales ante la falta de suministros esenciales para afecciones críticas como el desprendimiento de placenta», declaró al UNFPA el Dr. Ikram Haboush, director del Hospital Especializado en Maternidad de Idlib, en Siria.

El desprendimiento de placenta es un trastorno potencialmente mortal en el que la placenta se separa de la pared uterina y puede causar la muerte de la madre y el feto.

A Khansa Harbeh, de 35 años, le diagnosticaron esta enfermedad cuando estaba en el segundo trimestre de embarazo. «Estaba aterrorizada y buscaba desesperadamente un médico con formación que pudiera ocuparse de mi caso», comentó al UNFPA.

Ataques, falta de personal y de financiación

Los centros sanitarios han sido objeto de ataques en las hostilidades en curso ya que se han registrado en Idlib 14 ataques en el último trimestre de 2023. Más de un tercio de los hospitales de Siria están parcial o totalmente dañados, según informes recientes, y en muchos distritos, incluido Idlib, la proporción de personal sanitario por habitante está muy por debajo de las normas internacionales.

La situación de las mujeres embarazadas es aún más cruda. En septiembre, la mitad de los hospitales de maternidad del noroeste de Siria ya habían suspendido su actividad, lo que afecta aproximadamente a 1,3 millones de mujeres en edad reproductiva. En el noroeste siguen funcionando unos 63 centros de atención obstétrica y neonatal de emergencia, pero 30 de ellos se han quedado sin fondos y corren el riesgo de cerrar sus puertas.

Antes incluso de la reciente escalada del conflicto, las infraestructuras sanitarias de Siria luchaban por recuperarse. El devastador terremoto de 2023 afectó a millones de personas que vivían a lo largo de la frontera entre Türkiye y Siria. Cientos de instalaciones sanitarias quedaron totalmente inutilizadas tras el seísmo.

Ahora, miles de sirios desplazados regresan a la zona huyendo de las hostilidades que se intensifican en Líbano, mientras el noroeste de Siria se enfrenta a fuego de artillería y ataques aéreos. Y, en medio de todo, el sistema sanitario sigue tambaleándose.

Lanzamiento de un llamado humanitario

Una mujer con un pañuelo blanco sostiene a un recién nacido vestido de rosa en una sala de estar
Khansa sostiene en brazos a su recién nacido, que nació sano y salvo a pesar de un desprendimiento de placenta, una complicación obstétrica potencialmente mortal. Es el tercer bebé de Khansa. © UNFPA Siria/Mohamed El Refai 

«El desprendimiento de placenta es una emergencia grave que requiere una intervención inmediata», declaró al UNFPA el Dr. Abdul Aziz Hamza, obstetra. Él trató a la Sra. Harbeh y habló de su situación con su consentimiento.

«Sabíamos que teníamos que actuar rápido para salvar tanto a la madre como al bebé. La situación era crítica, pero estábamos preparados».

Afortunadamente, el Hospital de Maternidad de Idlib, donde trataron a la Sra. Harbeh, contaba con el personal y los suministros necesarios para atenderla. «Me aseguraron que allí se hacían los análisis de sangre y las revisiones necesarias», dijo. 

«Los médicos y el personal nos vigilaron de cerca por la noche, comprobando mis constantes vitales y las de mi bebé». Al final, su bebé nació sano y salvo.

El hospital cuenta con el apoyo del UNFPA, que ha solicitado 66 millones de dólares para responder a las necesidades humanitarias del país. De ellos, unos 23 millones son necesarios sólo para evitar la suspensión de los servicios en 30 instalaciones neonatales y obstétricas de emergencia en el noroeste de Siria.

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