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Comunidades en recuperación un año después de dos trágicos terremotos que sacudieron el sur de Türkiye
- 06 Febrero 2024
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KAHRAMANMARAŞ/MALATYA, Türkiye – “Ella estuvo presente cuando más la necesitaba, prestando ayuda esencial en momentos difíciles”, afirmó Zeynep*.
Madre soltera de tres hijos, de 47 años, ya era sobreviviente de matrimonio infantil, abuso por parte de su marido y cáncer uterino cuando dos terremotos azotaron Siria y Türkiye el 6 de febrero de 2023, destruyendo su casa y todas sus pertenencias.
Sin lugar donde ir y con una urgente necesidad de atención, especialmente para su hijo, que enfrentaba problemas de abuso de sustancias, Zeynep buscó refugio y apoyo en un espacio seguro para mujeres y niñas cercano. Allí encontró protección y una persona con la que podía compartir sus cargas: su “ángel”, una trabajadora sanitaria llamada Nilüfer Kısak.
“Fue mi rayo de esperanza: ayudó a mi hijo con el tratamiento, me guio durante tiempos difíciles”, agradeció Zeynep.
En todo el mundo, el UNFPA, el organismo de la Naciones Unidas que trata de los asuntos de salud sexual y reproductiva, apoya espacios seguros para mujeres y niñas, lugares donde las personas vulnerables a causa de crisis y catástrofes puedan acceder a atención médica, servicios de gestión de casos de violencia de género y asesoramiento psicosocial.
En el espacio seguro de Malatya, Nilüfer y su equipo han trabajado constantemente durante el último año ofreciendo atención compasiva a sobrevivientes como Zeynep. “Nunca nos hemos detenido; llegamos a cada esquina, cada distrito, y continuaremos haciéndolo”, aseguró.
Una crisis desbordante
Los terremotos causaron destrucción generalizada, y afectaron a más de nueve millones de personas en Türkiye. Cientos de miles de personas aún viven en refugios temporales, por lo que la vulnerabilidad a la violencia, la explotación y el abuso sexuales se ha multiplicado, y unas 64.000 mujeres embarazadas y más de un millón de niñas en edad reproductiva necesitan atención urgente.
Un año después, las comunidades luchan por reconstruirse; muchos centros de salud y centros de prevención de la violencia de género permanecen cerrados, lo que deja a las mujeres y las niñas en mayor riesgo
Para llenar este hueco en los servicios, el UNFPA ha establecido 25 unidades móviles y estáticas en las provincias afectadas de Türkiye. Los espacios seguros en Malatya y Kahramanmaraş, financiados por Irlanda y Noruega y gestionados junto con la fundación KAMER, un socio local, ofrecen consultas de planificación familiar para sobrevivientes de terremotos, chequeos prenatales y posnatales, servicios de prevención y respuesta a la violencia de género, apoyo psicosocial y kits de dignidad y maternidad.
En medio de la zona de recuperación del terremoto, la enfermera Azize Diyab se refugió en una apretada aula escolar. “La supervivencia diaria se convirtió en una lucha”, recordó. Había huido de la guerra en Siria en 2013 para continuar su educación, luego se graduó en enfermería y recibió la ciudadanía turca. Ahora, con una unidad móvil apoyada por el UNFPA, Azize pudo llegar a mujeres y niñas de toda Malatya con información sobre salud reproductiva y consultas prenatales.
Estos servicios son vitales para mujeres como Ferize Cuma, que está embarazada de ocho meses y ocupa una vivienda de contenedores temporales en Türkiye. Refugiada de Siria, de la que huyó en 2012 a los 16 años, la Sra. Cuma se había trasladado recientemente de un campamento de refugiados a un apartamento en Malatya, cuando golpearon los terremotos y su edificio quedó destruido.
En el espacio seguro del UNFPA donde buscó ayuda, la Sra. Cuma pudo asistir a sesiones de capacitación en salud sexual y reproductiva, lo que es crucial, dada su actual falta de acceso a servicios básicos de salud e higiene. “Nos enseñaron sobre el cuidado prenatal, el parto y la lactancia materna”, indicó.
Una vía hacia la recuperación
El embarazo y el parto no cesan, incluso en medio de condiciones de todo tipo, como las crisis. Fatma El Ahmed, que llegó a Türkiye desde Alepo, Siria, en 2014, estaba embarazada de su cuarto hijo cuando ocurrió el terremoto. Afortunadamente, la familia logró escapar de casa con vida, mas todo lo demás quedó atrás.
“La situación era muy difícil porque estaba embarazada”, reconoció la Sra. El Ahmed. “Hay un centro de salud cerca, pero solo para emergencias”.
Mientras vivía en una tienda de campaña que su familia compartía con otras cuatro personas, la Sra. El Ahmed entró en labor de parto y dio a luz mediante cesárea. El equipo del espacio seguro en Kahramanmaraş, donde vivían, le proporcionó suministros de higiene y maternidad después de su cirugía.
“El apoyo que recibo del espacio seguro es muy importante”, afirmó.
Desde el terremoto, el UNFPA ha llegado a más de 130.000 personas con servicios esenciales de salud sexual y reproductiva y protección contra la violencia de género. Con el apoyo de los gobiernos de Japón, Nueva Zelandia, Rumania y los Estados Unidos, el UNFPA seguirá operando espacios seguros para mujeres y niñas en todas las zonas afectadas.
*Se ha cambiado el nombre por razones de privacidad y protección