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La Operación SALAMA beneficia a millones de marroquíes con información, suministros y apoyo para la pandemia
- 28 Julio 2020
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RABAT, Marruecos – Cuando la pandemia de la COVID-19 llegó a Marruecos, en marzo, se produjo una alarma en todo el territorio. "Al iniciarse la pandemia, nos preocupamos mucho por nuestra salud", admitió al UNFPA Halima*, una migrante de Madagascar.
Se declaró el estado de emergencia y se impusieron estrictas restricciones a la circulación. En los tres meses siguientes a la adopción de estas medidas, se reconoció que el país tenía una de las tasas de mortalidad más bajas de la enfermedad.
El Gobierno también colaboró estrechamente con asociados, incluido el UNFPA, para reducir la transmisión de enfermedades y limitar los efectos de la pandemia en las comunidades en riesgo. La Operación SALAMA (que significa Operación Seguridad) fue una de esas medidas.
La Operación SALAMA, que fue presentada a finales de marzo por el UNFPA y sus asociados, trabajó en múltiples frentes: difundió información precisa sobre la prevención de enfermedades, protegió de la COVID-19 a los profesionales de la salud y a las embarazadas, y minimizó los efectos económicos de la pandemia entre las personas más vulnerables.
En total, más de 16 millones de personas recibieron información sobre prevención de enfermedades a través de la televisión, la radio y las comunicaciones en línea.
Halima fue una de ellas. En lo adelante, admitió, "nos protegeremos bien contra el coronavirus"
El UNFPA también trabajó con funcionarios de salud para garantizar que los servicios de salud materna siguieran funcionando, incluso mientras el sistema de salud enfrentaba decenas de miles de casos de COVID-19.
Se adaptaron los centros de salud materna a fin de reducir el riesgo de exposición al coronavirus. Los trabajadores sanitarios también recibieron “kits de SALAMA” con equipo de protección y suministros de salud, en tanto que más de 700 profesionales de la salud asistieron a sesiones de formación a distancia sobre prevención y manejo de enfermedades.
También se distribuyeron kits de SALAMA con suministros de higiene e información sobre prevención de enfermedades a grupos vulnerables, como migrantes, personas de edad, personas con discapacidad, sobrevivientes de violencia, jóvenes y personas detenidas.
Se entregaron kits a casi 8.000 personas.
"El kit de SALAMA no pudo haber llegado en mejor momento", manifestó Kawtar, una mujer que recibe apoyo como sobreviviente de la violencia.
"Esta iniciativa me ha permitido protegerme a mí y proteger a mi familia", agregó Nadia, una persona con discapacidad que no había podido comprar suministros de higiene y otros artículos esenciales debido a su precaria situación económica.
El paquete de información precisa y fácil de entender "nos ayudó a contar con más información sobre el coronavirus y maneras de protegernos mejor", señaló Driss, una persona mayor que vive en un centro de protección social.
La Operación SALAMA también trabajó para minimizar el impacto de la pandemia en las comunidades vulnerables.
A manera de ejemplo, a nivel mundial las trabas y el estrés relacionados con la pandemia se han asociado con el aumento de las tasas de violencia contra las mujeres y las niñas. Sin embargo, al mismo tiempo, las restricciones a la circulación y el cierre de instalaciones han limitado la disponibilidad de servicios para sobrevivientes de la violencia.
En Marruecos, la Operación SALAMA creó una línea de ayuda para que los supervivientes pudieran solicitar asistencia; también se crearon sistemas y servicios de asesoramiento a distancia. De marzo a junio, unos 106 sobrevivientes de violencia recibieron apoyo a través de estos nuevos mecanismos.
En ese sentido, Larimode, una empresa de ropa, amplió sus operaciones para crear puestos de trabajo. "La empresa ha subcontratado parte de su producción para integrar a madres solteras en el empleo y proporcionarles un ingreso estable y digno", explicó Meriem Larini, Gerente General de Larimode.
Del mismo modo, BCSS, una empresa de materiales de construcción, también creó oportunidades para “mujeres vulnerables en este período de crisis”, indicó Chaibia Balbzioui Alaoui, Gerente General de la empresa.
En total, alrededor de 30 mujeres han encontrado empleo estable a través de la Operación SALAMA.
La Operación SALAMA llegó a su fin a mediados de junio.
Durante sus tres meses de funcionamiento, se llevaron a cabo intervenciones sobre el terreno en 275 centros sanitarios, hospitales de maternidad, centros de protección social, prisiones, centros de protección de la infancia, hogares de mujeres y asociaciones de servicio, que abarcaban más de 90 localidades urbanas y rurales.
El programa reunió a una amplia gama de asociados, desde el Gobierno y organizaciones de la sociedad civil hasta grupos de jóvenes, asociaciones de trabajadores sanitarios y el sector privado. También recibió apoyo de las embajadas canadiense y belga en Marruecos.
A manera de seguimiento, el UNFPA ha puesto en marcha la iniciativa "SALAMA at Work" (SALAMA en acción), que continúa trabajando a fin de sensibilizar a la población sobre la prevención de la COVID-19. La iniciativa también está eliminando las barreras a los servicios de atención y apoyo, promoviendo comportamientos saludables y pidiendo entornos de trabajo seguros e inclusivos que garanticen el respeto de los derechos, la dignidad y la igualdad de las mujeres.
* Se ha cambiado el nombre para fines de protección y privacidad