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Ucrania se muestra firme en la lucha contra la violencia de género, a pesar de los aumentos relacionados con la pandemia

En medio de un aumento en las llamadas de ayuda, los consejeros y la policía están cambiando hacia nuevos modos de comunicación. Imagen cortesía de Ternovyy Viktor
  • 13 Noviembre 2020

KIEV, Ucrania – “A veces recibimos llamadas telefónicas en las que una mujer pide ayuda para su vecina. La persona nos dice: "Mi vecina está sufriendo, ¿qué aconsejan que haga?" Puedo sentir el temblor en su voz, y me doy cuenta de que no está hablando de su vecina, sino de sí misma", describió Tetyana Franchuk, psicóloga que trabaja con un equipo psicosocial apoyado por el UNFPA al sur de Kiev. 

La violencia de género ha sido un grave problema en Ucrania durante mucho tiempo. Alrededor del 75 % de las mujeres del país afirmaron haber sufrido alguna forma de violencia desde los 15 años, y una de cada tres aseguró haber sufrido violencia física o sexual, según un 2019 estudio realizado con apoyo del UNFPA.  

En el marco de la pandemia, la situación ha empeorado: la línea directa nacional sobre violencia doméstica registró un aumento del 23 % en las llamadas durante el primer mes de cuarentena. En el segundo mes se registró un aumento del 72 % en relación con el período previo a la cuarentena.

Pero el Gobierno se ha comprometido a superar estos desafíos. Hace un año, en la Cumbre de Nairobi sobre la ICPD25, el Gobierno se comprometió a poner fin a la violencia de género y a eliminar todas las formas de discriminación contra las mujeres y las niñas para el año 2030.

Además, en septiembre el presidente firmó un decreto para exigir una respuesta más eficiente y sistémica a la violencia, dando prioridad a los derechos e intereses de las y los sobrevivientes.

Enfrentar las raíces de la violencia

El UNFPA está apoyando al Gobierno en todas las esferas del compromiso asumido por Ucrania en 2019, incluidos los programas de apoyo que prestan servicios sociales, protección y asistencia jurídica a las y los supervivientes de la violencia. 

Durante la pandemia, muchos de estos servicios fueron transferidos a nuevas plataformas. Así, por ejemplo, las y los sobrevivientes de violencia ya no tienen un teléfono al que llamar para pedir ayuda si están aislados en casa con un abusador. Pueden comunicarse con los servicios a través de Viber, Messenger y otras herramientas silenciosas.

“Una gran parte de nuestro trabajo es ayudar a las mujeres a crear un plan de seguridad. Les enseñamos cómo, dónde y de quién pueden recibir ayuda: de sus amigas, especialistas o instituciones estatales”, explicó la Sra. Franchuk. 

No obstante, los servicios de apoyo no son suficientes. En la base de la violencia de género se encuentran las normas sociales que discriminan a las mujeres y las niñas. 

En un estudio que el UNFPA realizó en 2018, el 70 % de los hombres indicó que la función más importante para las mujeres era "cuidar la casa". Esas actitudes pueden conducir a los hombres y niños por un camino sombrío. Casi una tercera parte de los hombres del estudio confesó haber abusado emocionalmente de las mujeres; el 19 % reconoció el abuso económico, el 13 % admitió haber cometido abuso físico y el 5 % había perpetrado violencia sexual.

A police woman points out a poster with information on gender-based violence.
La información sobre la violencia de género y cómo recibir ayuda se ha publicado públicamente como parte de los esfuerzos para prevenir la violencia contra las mujeres y las niñas. Imagen cortesía del Ministerio del Interior de Ucrania

Olena Dashutina, una oficial de policía, describió el modo en que la desigualdad en las normas de género pueden hacer dichas normas gradualmente abusivas: "Al principio puede parecer leve, pero con el tiempo, en la medida en que te acostumbras a este tipo de comportamiento, puede tener consecuencias muy peligrosas".

La marcha continúa

A medida que comenzó a aliviarse la cuarentena de Ucrania, en mayo, el número de llamadas a las líneas de emergencia comenzó a estabilizarse. Para septiembre, el número de llamadas había descendido a niveles previos a la cuarentena, pero los esfuerzos del UNFPA y del Gobierno no han mermado.

Se han puesto en marcha varias iniciativas, y se están llevando a cabo más, para poner fin a las normas discriminatorias de género y empoderar a las mujeres y las niñas mediante la educación y el desarrollo económico.

“Aunque la COVID-19 ha hecho más difícil el camino que nos queda por recorrer, nuestra marcha continúa”, declaró la Dra. Natalia Kanem, Directora Ejecutiva del UNFPA. “El éxito está garantizado si nos aferramos a los compromisos asumidos en Nairobi".

 

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