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Menopausia y derechos humanos: preguntas frecuentes

Resource date: Oct 2024

Autor: UNFPA

¿Qué es la menopausia? ¿Cuánto dura?
¿Quién experimenta la menopausia? ¿Cuándo comienza la menopausia?
¿Cuáles son los síntomas o efectos de la menopausia? ¿Cómo se pueden tratar los síntomas?
¿La menopausia plantea riesgos específicos para la salud?
¿Las mujeres son activas sexualmente cuando llegan a la menopausia?
¿Se puede contraer una infección de transmisión sexual (ITS) durante la menopausia?
¿Influyen la raza y la etnia en la menopausia?
¿Qué relación tiene la menopausia con los derechos humanos?
¿Qué se necesita durante la menopausia?
¿Cómo afecta la menopausia a la salud mental?
¿Qué mitos suele haber en torno a la menopausia?
¿Qué influencia tiene la menopausia sobre la situación de las mujeres en la sociedad?
¿Es posible evitar o anular la menopausia?
¿Cuáles son los efectos positivos de la menopausia?
¿Los hombres tienen la menopausia? ¿Qué es la andropausia o "menopausia masculina"?
¿Qué está haciendo el UNFPA con respecto a la cuestión de la menopausia?
 

¿Qué es la menopausia? ¿Cuánto dura?

La menopausia es un proceso natural que marca el final de la menstruación. Se produce cuando los ovarios dejan de liberar óvulos para su fecundación. La menopausia suele comenzar entre los 45 y los 55 años.
 
A grandes rasgos, la menopausia tiene tres fases: perimenopausia, menopausia y posmenopausia:

  • La perimenopausia es el período previo a la menopausia y puede durar varios años. Durante esta fase, los ovarios dejan de funcionar paulatinamente, al tiempo que la menstruación puede volverse más abundante de lo habitual y empezar a producirse de forma irregular. Durante la perimenopausia, el embarazo sigue siendo posible, pero la probabilidad va disminuyendo de manera gradual.
  • Se considera que se ha llegado a la menopausia cuando la menstruación ha faltado durante 12 meses consecutivos. La menopausia puede producirse de forma natural o, en algunos casos, puede venir causada por intervenciones quirúrgicas, enfermedades o medicación. En ese momento, es improbable que se dé un embarazo si no se realizan intervenciones como la fecundación in vitro con óvulos de donante.
  • La posmenopausia marca el final de la edad reproductiva. Puede dividirse en dos fases: durante la primera, que dura unos cinco años después de la última regla, es cuando resulta más probable que aparezcan los síntomas de la menopausia. Tras este período, los síntomas empiezan a disminuir. No obstante, algunas mujeres tendrán síntomas durante muchos años.
     

¿Quién experimenta la menopausia? ¿Cuándo comienza la menopausia?

Todas las mujeres pasan por la menopausia, normalmente entre los 45 y los 55 años, como parte natural del proceso biológico de envejecimiento. Se prevé que, en 2050, las mujeres mayores de 50 años constituyan alrededor del 35 % de la población mundial debido a la mejora de los resultados en materia de salud, el estilo de vida y el aumento de la esperanza de vida en todo el mundo.

Cuando la menopausia aparece antes de los 40 años, se denomina menopausia prematura. La menopausia prematura puede darse hasta en un 8,6 % de las mujeres, mientras que la menopausia precoz (la que aparece entre los 40 y los 44 años) puede darse hasta en un 9,4 % de las mujeres. Aunque se necesitan más investigaciones, entre las consecuencias de una menopausia temprana pueden figurar un mayor riesgo de deterioro neurológico, glaucoma, enfermedades cardiovasculares, osteoporosis y mortalidad general.

Los hombres transexuales, las personas no binarias, las personas intersexuales y las personas con variaciones de los caracteres sexuales también pueden pasar por la menopausia. Las personas de género diverso tienen necesidades de salud singulares que el personal sanitario debería conocer, y deben tener acceso a atención especializada cuando la necesiten.

¿Cuáles son los síntomas o efectos de la menopausia? ¿Cómo se pueden tratar los síntomas?

No existe una vivencia única de la menopausia. Los síntomas varían de manera considerable de una persona a otra; mientras que algunas mujeres apenas sienten los efectos, otras sufren síntomas graves que pueden perjudicar su calidad de vida. En algunos casos, los síntomas pueden extenderse durante varios años, o incluso decenios.

Los cambios hormonales asociados con la perimenopausia, la menopausia y la posmenopausia pueden afectar al bienestar físico, emocional, social y mental. Entre los síntomas, cabe mencionar los siguientes:

  • sofocos y sudores nocturnos: los sofocos hacen referencia a una sensación repentina de calor en la cara, el cuello y el pecho, a menudo acompañada de rubor, transpiración, palpitaciones y sensación brusca de malestar físico que puede durar varios minutos;
  • cambios en la regularidad del ciclo menstrual y el flujo de la menstruación, que culminan con el cese de la menstruación;
  • disminución de la libido;
  • sequedad vaginal, dispareunia e incontinencia;
  • trastornos del sueño o insomnio;
  • confusión mental, amnesia, dificultad para concentrarse;
  • cambios del estado de ánimo, depresión, ansiedad;
  • aumento de peso y ralentización del metabolismo;
  • dolor en general, dolor articular u óseo, baja densidad de masa (osteoporosis); y
  • aumento de la frecuencia de micción o infecciones urinarias.

(Véase la sección ¿La menopausia plantea riesgos específicos para la salud?)

¿Cómo se pueden aliviar los síntomas de la menopausia?

La variedad de síntomas menopáusicos es muy amplia, y muchas mujeres presentan varios de manera simultánea, por lo que cada mujer suele adoptar diversas estrategias para controlar los síntomas de forma eficaz. Estos planteamientos pueden ir desde simples ajustes del estilo de vida, como mantener una temperatura ambiente más fresca, hacer ejercicio con regularidad y elegir ropa más ligera para una mayor comodidad, hasta técnicas de gestión del estrés más estructuradas, como la atención plena, prácticas de relajación o la acupuntura. En otros casos, muchas mujeres recurren a intervenciones médicas, como tratamientos de reposición hormonal, suplementos, estrógenos vaginales u otros medicamentos, como los antidepresivos, para aliviar los síntomas y mejorar el bienestar general.

Si no se tratan, los síntomas de la menopausia pueden tener efectos negativos para la salud a largo plazo. Es esencial que todas las mujeres tengan acceso a una atención e información de calidad para conservar una buena salud física a lo largo de la transición menopáusica.

¿La menopausia plantea riesgos específicos para la salud?

A medida que descienden los niveles de estrógenos, aumenta el riesgo de sufrir problemas cardiovasculares como ictus, debido a los cambios en el funcionamiento de los vasos sanguíneos y el metabolismo lipídico. El riesgo de padecer enfermedades cardiovasculares aumenta durante la posmenopausia, sobre todo en las mujeres que presentan una menopausia precoz (antes de los 45 años). Un estudio reveló que las mujeres que sufrían sofocos frecuentes o persistentes durante la menopausia precoz tenían un riesgo de entre un 50 % y un 80 % mayor de presentar complicaciones cardiovasculares, como infartos de miocardio, accidentes cerebrovasculares e insuficiencia cardiaca. Estos hallazgos ponen de relieve la importancia de vigilar la salud cardiovascular durante la menopausia y después de ella, especialmente en el caso de las mujeres en las que los síntomas aparecen de manera precoz.

Además, la reducción de estrógenos debilita los huesos, lo que acelera la disminución de la masa ósea y aumenta considerablemente la probabilidad de padecer osteoporosis,con lo que se eleva el riesgo de fracturas, sobre todo en la columna vertebral, las caderas y las muñecas. Los cambios hormonales asociados a la menopausia también incrementan el riesgo de deterioro cognitivo, ya que los estrógenos tienen una función protectora de la actividad encefálica, lo que hace que las mujeres sean más vulnerables a enfermedades neurodegenerativas, como la enfermedad de Alzheimer.

La pérdida de estrógenos también influye considerablemente sobre la salud de la vagina. El tejido de las paredes vaginales se vuelve más fino, seco y frágil; es lo que se conoce como atrofia vaginal o síndrome genitourinario de la menopausia (SGM). Esto no solo causa molestias durante las relaciones sexuales, sino que también aumenta el riesgo de microdesgarros, lo que hace que las mujeres sean más susceptibles a contraer infecciones de transmisión sexual (ITS). El debilitamiento de los tejidos, sobre todo en las zonas de la vagina y la uretra, también predispone a las mujeres a padecer infecciones urinarias (al facilitar el acceso de las bacterias a la vejiga. Además, la pérdida de estrógenos altera el equilibrio del pH de la vagina, lo que disminuye su defensa natural contra bacterias nocivas y pone aún más en peligro la salud vaginal en general.

Estos cambios pueden agravar las consecuencias de la violencia sexual: las investigaciones indican que "las mujeres posmenopáusicas sufren lesiones genitales más frecuentes y de mayor gravedad durante una agresión sexual que las mujeres más jóvenes".

¿Las mujeres son activas sexualmente cuando llegan a la menopausia?

Al llegar a la menopausia, las relaciones sexuales pueden resultar dolorosas como consecuencia del bajo nivel de estrógenos, la inestabilidad emocional y el cansancio debido a la falta o desorganización del sueño. Sin embargo, durante la menopausia y después de ella, las mujeres pueden mantenerse activas sexualmente, y de hecho así ocurre Los tratamientos para controlar los síntomas de la menopausia pueden ayudar a aumentar el deseo sexual, y los estrógenos vaginales o los lubricantes acuosos pueden aliviar la sequedad vaginal. Al estar activas sexualmente, se mantiene la circulación sanguínea hacia la vagina, lo que puede aliviar problemas como el adelgazamiento de las paredes vaginales. Realizar ejercicios para fortalecer los músculos del suelo pélvico también puede aliviar la sequedad vaginal, la dispareunia y la micción frecuente.

Aunque la necesidad de prevención del embarazo puede terminar durante la menopausia, se recomienda utilizar anticonceptivos para evitar embarazos imprevistos hasta que hayan transcurrido 12 meses consecutivos sin menstruación. Incluso cuando la necesidad de prevención del embarazo haya terminado, siguen siendo necesarios otros servicios de salud sexual y reproductiva.

¿Se puede contraer una infección de transmisión sexual (ITS) durante la menopausia?

Durante la menopausia y la perimenopausia, sigue siendo posible contraer infecciones de transmisión sexual (ITS), también el VIH, a través del contacto sexual sin protección, incluidos el sexo oral y el coito anal y vaginal. El adelgazamiento de la pared vaginal tras la menopausia aumenta la posibilidad de sufrir lesiones y desgarros, con lo que se incrementa el riesgo de transmisión del VIH (así como de otras ITS) durante el coito vaginal. Esto significa que las mujeres activas sexualmente mayores de 50 años corren un elevado riesgo de contraer el VIH, entre otras ITS.

Por lo general, las personas mayores de 50 años tienen una baja percepción de su propio riesgo de contraer el VIH y una escasa concienciación acerca de este virus. Las personas mayores sexualmente activas deberían seguir utilizando preservativos para prevenir la transmisión del VIH y otras ITS.

¿Influyen la raza y la etnia en la menopausia?

En investigaciones recientes se ha demostrado que los síntomas de la menopausia pueden variar en función de la raza y la etnia. Según un amplio estudio longitudinal realizado en diversos emplazamientos de los Estados Unidos desde 1996, las mujeres negras e hispanas llegan, en promedio, dos años antes a la menopausia que las mujeres blancas, y además padecen los síntomas durante el doble de tiempo. Las mujeres negras e hispanas también tienen sangrados más abundantes durante la perimenopausia.

Asimismo, los síntomas de la menopausia pueden variar según la región. En Filipinas, por ejemplo, el síntoma más común notificado por las mujeres es el dolor general, mientras que, en los Estados Unidos, las mujeres comunican con más frecuencia los sudores nocturnos, los sofocos y el insomnio. Con todo, dentro de los Estados Unidos, las mujeres negras son las que notifican más sofocos, y las asiáticas, las que menos.

Estas disparidades pueden atribuirse en parte a los efectos de la "meteorización", un proceso por el cual los efectos de la discriminación, incluida la violencia, experimentados a lo largo de la vida de una persona llegan a afectar a su salud general. Tales hallazgos ilustran la necesidad de aplicar un enfoque holístico basado en el ciclo de vida al tratamiento de la menopausia.

Los derechos humanos son derechos que todo ser humano tiene por el hecho de serlo. La vivencia de la menopausia interseca con muchos aspectos de la vida de la mujer, como la salud, el trabajo, la participación social y el bienestar general. Por tanto, está directamente relacionada con nuestra capacidad para ejercer y disfrutar de muchos de nuestros derechos humanos.

Si las mujeres menopáusicas no pueden acceder a servicios de salud de calidad o a información precisa sobre sus síntomas, pueden enfrentarse a un sufrimiento mental, físico, emocional y. Las mujeres a menudo se encuentran con que las personas de su círculo social, e incluso profesionales de la atención de la salud, se muestran reacias a hablar de los síntomas que presentan. Esto puede generar confusión, sensación de aislamiento y aumento de la ansiedad en las mujeres q
sufrimiento mental ue no saben que los síntomas que sufren están relacionados con la menopausia. Un estudio del Reino Unido reveló que en la atención de la menopausia no se integraba de manera coherente la detección de problemas de salud mental, y las mujeres informaron de actitudes despectivas o negativas por parte del personal de salud; mala gestión del tratamiento, información deficiente sobre los síntomas y atribución errónea; escaso conocimiento por parte del personal de salud; y necesidad de promoción de los propios intereses.

Algunas mujeres pueden incluso sufrir el ostracismo durante la menopausia; un estudio de China demostró que las mujeres menopáusicas eran consideradas "anormales" y, como consecuencia, a menudo se las condenaba al ostracismo, incluso en la intimidad de sus propios hogares. Mujeres de todo el mundo han declarado tener sensación de "invisibilidad" una vez finalizada su etap
invisibilidada reproductiva. La falta de información también puede llevar a la perpetuación de estereotipos y tabúes nocivos sobre las mujeres mayores (véase la sección "¿Cómo afecta la menopausia a la salud mental?").

También puede haber consecuencias económicas. La Fawcett Society n
derechos humanos acordados universalmente otifica que 1 de cada 10 mujeres ha dejado su trabajo debido a la menopausia.

A continuación figura una lista de derechos humanos acordados universalmente que las mujeres pueden ver menoscabados por la vivencia de la menopausia:

  • El derecho a la salud. Las mujeres pueden ver perjudicada su salud cuando carecen de la información y los medios adecuados para tratar los síntomas de la menopausia. El estigma asociado a la menopausia también puede hacer que las mujeres eviten buscar tratamiento, lo que aumenta el riesgo de presentar problemas de salud a largo plazo.
  • El derecho al trabajo. Las necesidades relacionadas con la menopausia, como un mayor número de pausas para ir al baño, pueden ser penalizadas, lo que da lugar a condiciones de trabajo desiguales. Algunas mujeres pierden ingresos por tener que ausentarse del trabajo durante la menopausia o como consecuencia del aumento de las necesidades de atención de salud.
  • El derecho a la no discriminación y a la igualdad de género. El estigma social relacionado con la menopausia y los obstáculos para acceder a servicios de salud adecuados pueden dar lugar a discriminación y perpetuar las desigualdades de género. Las mujeres menopáusicas pueden sufrir formas singulares de discriminación relacionadas con su edad y su sexo.
  • El derecho a la información y la educación. Muchas mujeres carecen de acceso a información precisa y completa sobre lo que cabe esperar durante la transición menopáusica. El acceso a la educación empodera a las mujeres para tomar decisiones fundamentadas sobre su salud y bienestar.

¿Qué se necesita durante la menopausia?

Para atravesar la menopausia no sólo es necesario controlar los síntomas físicos, sino que es preciso adoptar un enfoque holístico que incluya apoyo emocional, social y de la salud sexual. La menopausia no marca el final de la vida sexual ni de los derechos reproductivos de una persona. Aunque las mujeres ya no necesiten evitar el embarazo, deben tener acceso a todos los servicios de salud sexual para que sus necesidades cambiantes estén atendidas.

Muchos programas de salud sexual y reproductiva se centran únicamente en la maternidad y la planificación familiar, pero el Fondo de Población de las Naciones Unidas (UNFPA) aboga por un enfoque basado en el ciclo de vida para atender así todas las necesidades de salud de la mujer, desde la premenarquia hasta la posmenopausia. Durante esta fase, las mujeres deberían sentirse apoyadas por sus comunidades y empoderadas para tomar decisiones fundamentadas que den prioridad a su salud y bienestar y, de ese modo, les garanticen una vida plena.

¿Cómo afecta la menopausia a la salud mental?

Durante la menopausia, los cambios en los niveles hormonales pueden afectar a la salud mental de una persona. A medida que la ovulación se vuelve irregular, la disminución de los niveles de progesterona y estrógenos puede causar inestabilidad emocional, desánimo y ansiedad. La pérdida de sueño debida al insomnio también puede dar lugar a un aumento de los niveles de estrés. Aunque los cambios de humor durante la perimenopausia y la menopausia suelen ser leves, las mujeres que previamente se han enfrentado a la depresión o la ansiedad pueden encontrarse con que los síntomas reaparecen.

El estigma asociado al envejecimiento de la mujer puede contribuir a la sensación de invisibilidad y llevar a algunas mujeres mayores a sentirse desempoderadas y aisladas. A menudo se ha retratado, o tratado, a las mujeres menopáusicas como irracionales, histéricas o insignificantes, actitudes estas que pueden disuadirlas de hablar sobre sus síntomas y vivencias, incluso con profesionales de la salud.

Al igual que la menopausia puede afectar a la salud mental, la salud mental también puede afectar a la menopausia. Es posible que exista una relación entre el estrés crónico y la menopausia precoz, y la menopausia precoz conlleva sus propios riesgos para la salud (véase la sección "¿La menopausia plantea riesgos específicos para la salud?").

Es esencial que las mujeres menopáusicas tengan acceso a una atención de la salud mental de calidad a fin de garantizar que se cubran todas sus necesidades sanitarias.

¿Qué mitos suele haber en torno a la menopausia?

Existen muchos tabúes y mitos en torno a la menopausia y a quienes la atraviesan. En todo el mundo, las ideas equivocadas sobre la menopausia han llevado al ostracismo y la exclusión de las mujeres mayores, y las han disuadido de buscar ayuda. A continuación figura una lista no exhaustiva de mitos sobre la menopausia.

Mito: No es posible quedar embarazada durante la menopausia.

Una mujer puede quedarse embarazada durante la perimenopausia, la primera etapa de la menopausia. La perimenopausia se define como el período que va desde que se observan los primeros síntomas menopáusicos hasta un año después del último período menstrual. Se recomienda utilizar métodos anticonceptivos para evitar embarazos imprevistos hasta que hayan transcurrido 12 meses consecutivos sin menstruación.

Mito: Es imposible contraer infecciones de transmisión sexual (ITS) durante la menopausia y después de ella.

Sigue siendo posible contraer infecciones de transmisión sexual (ITS), incluido el VIH, a través del contacto sexual sin protección, ya sea sexo oral o coito anal o vaginal, independientemente de la edad o etapa reproductiva. De hecho, el adelgazamiento de la pared vaginal tras la menopausia aumenta la posibilidad de sufrir lesiones y desgarros, con lo que se incrementa el riesgo de transmisión del VIH durante el coito vaginal (véase la sección "¿Se puede contraer una infección de transmisión sexual (ITS) durante la menopausia?").

Mito: Sólo los síntomas graves de la menopausia necesitan tratamiento.

Aunque muchas mujeres controlan los síntomas de la menopausia en casa, es importante consultar con profesionales de la salud para garantizar que todas las personas que atraviesan la menopausia tengan lo necesario para una transición saludable. Incluso síntomas comunes de la menopausia, como los sofocos y los sudores nocturnos, se pueden asociar con un rendimiento deficiente de la memoria y alteraciones de la estructura, actividad y conectividad encefálicas. Todas las personas que vayan a pasar o estén pasando por la menopausia deben tener acceso a revisiones médicas periódicas y a información precisa y de calidad sobre los riesgos específicos a los que se enfrentan las mujeres menopáusicas.

Mito: Sólo las mujeres tienen la menopausia.

Los hombres transexuales y las personas de género diverso también pasan por la menopausia y tienen necesidades de salud singulares. Urge disponer de más datos al respecto y que el personal de salud comprenda las necesidades específicas de las personas de género diverso en relación con la menopausia y el proceso de envejecimiento.

Mito: Las mujeres posmenopáusicas no aportan nada a la sociedad.

La idea de que las mujeres pierden su valor una vez finalizada su etapa reproductiva está arraigada en la misoginia y es falsa. Los años posmenopáusicos de la vida de las mujeres son tan valiosos como otras etapas, y pueden brindar una oportunidad única para centrarse en una misma, contribuir a la familia y la comunidad, ayudar a los demás a crecer y aprender, y dedicarse a actividades nuevas.

¿Qué influencia tiene la menopausia sobre la situación de las mujeres en la sociedad?

Más allá de sus efectos biológicos, la menopausia tiene grandes repercusiones sociales, emocionales y psicológicas que pueden condicionar la experiencia de las mujeres y de todas las personas que menstrúan. Las vivencias de las mujeres durante el período menopáusico están muy influidas por factores socioculturales, como la raza, la etnia, la clase social y la orientación sexual. Los estudios indican que el estado de salud emocional y física de las mujeres antes de la menopausia, así como la actitud de su comunidad hacia la menopausia y el envejecimiento femenino, pueden predecir su calidad de vida durante la transición menopáusica.

Para todas las mujeres, el hecho de dejar atrás la edad reproductiva supone
políticas laborales tanto un cambio importante como un momento de crecimiento. Independientemente de las diferencias en la forma de vivirla, la transición menopáusica puede ser el momento de replantearse la salud, el estilo de vida y los objetivos propios. En muchas culturas, la menopausia se considera y se celebra como parte del ritual de la fecundidad. En algunas comunidades indígenas, las mujeres menopáusicas participan en ceremonias en cabañas de sudación para curarse física y emocionalmente y buscar orientación para esta nueva etapa de la vida. Celebrar la menopausia otorga a las mujeres la libertad de sentirse empoderadas por esta etapa de la vida, que puede conllevar una mayor independencia económica, un mayor empoderamiento y autocuidado, y niveles de confianza más elevados.

Si reconocemos a las mujeres como seres humanos y miembros de la sociedad de pleno derecho, en lugar de considerar que su única finalidad es la reproducción, garantizaremos que las mujeres mayores sigan siendo valoradas y se sientan merecedoras de atención y apoyo.

¿Es posible evitar o anular la menopausia?

La menopausia no puede evitarse en el caso de las mujeres y las personas de género diverso con ovarios funcionales. Sin embargo, los síntomas y efectos secundarios de la menopausia pueden controlarse con la ayuda de profesionales de la salud.

Si las mujeres tienen acceso a servicios sanitarios de calidad a lo largo de su vida, pueden planificar mejor la menopausia adoptando un estilo de vida saludable, nutriéndose adecuadamente y comprendiendo las necesidades de su cuerpo. Esto puede facilitar la transición menopáusica y mitigar algunos de los síntomas.

¿Cuáles son los efectos positivos de la menopausia?

Aunque la menopausia puede plantear retos, también marca una nueva etapa positiva en la vida de muchas mujeres. Muchas se muestran aliviadas por no tener que hacer frente a la menstruación ni a la necesidad de anticonceptivos, lo que les permite una mayor libertad y espontaneidad.

Para otras mujeres mayores de 65 años, el período posmenopáusico suele coincidir con el final de los síntomas de la menopausia, así como con la jubilación o la reducción de la presión laboral. Dado que los hijos y las hijas ya son independientes, este período puede convertirse en un momento de renovación, en el que reorientar su energía hacia intereses personales y nuevos propósitos.

Esta transición brinda la oportunidad de replantearse el estilo de vida, la salud y los objetivos. Muchas mujeres aprovechan este momento para el crecimiento personal, explorar aficiones e incluso emprender nuevas trayectorias profesionales. Aplicar a la salud un enfoque basado en el ciclo de vida garantiza que las personas se sientan respaldadas a lo largo de toda su vida, y fomenta una actitud positiva hacia el envejecimiento y el bienestar.

¿Los hombres tienen la menopausia? ¿Qué es la andropausia o "menopausia masculina"?

Los términos "andropausia" y "menopausia masculina" se utilizan a menudo para referirse a los cambios hormonales relacionados con la edad que se producen en los hombres. Entre esos cambios pueden mencionarse la pérdida de libido, la disfunción eréctil, problemas de salud mental y otros síntomas físicos y emocionales que aparecen entre el final de la década de los 40 y el principio de la década de los 50. El término "andropausia" o "menopausia masculina" puede inducir a error, ya que puede dar a entender que los síntomas se deben al descenso repentino de la testosterona en la mediana edad, similar al descenso de estrógenos que presentan las mujeres durante la menopausia. Si bien es cierto que en los hombres se producen cambios hormonales, estos tienden a producirse a lo largo de un período de tiempo más prolongado.

Es importante que los hombres mayores acudan a revisiones periódicas para detectar signos precoces de enfermedades o dolencias. El ejercicio regular, un sueño de calidad y una dieta equilibrada pueden ayudar a mantener unos niveles saludables de testosterona.

¿Qué está haciendo el UNFPA con respecto a la cuestión de la menopausia?¿Qué está haciendo el UNFPA con respecto a la cuestión de la menopausia?

El UNFPA se sitúa al frente de la lucha por integrar los servicios de salud relacionados con la menopausia en la programación general en materia de salud y derechos sexuales y reproductivos, en cuanto que aspecto esencial de la atención sanitaria integral de las mujeres y todas las personas que menstrúan. La integración de la menopausia en los programas de salud sexual y reproductiva supone el reconocimiento de las necesidades de salud singulares que tienen las mujeres y todas las personas que menstrúan a medida que envejecen, lo que fomenta la sensibilidad de género interseccional en la atención sanitaria y reduce el estigma que rodea a la menopausia.

El UNFPA también está elaborando recursos educativos y abogando por políticas laborales que apoyen a las mujeres menopáusicas. Sobre todo, el UNFPA trabaja para romper el silencio en torno a la menopausia a fin de garantizar que las mujeres reciban el apoyo que necesitan y sigan teniendo voz durante esta etapa de la vida.

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