Sudán

En momentos en que la guerra en Sudán entra en su segundo año, las mujeres y las niñas siguen pagando un alto precio. Millones de personas han sido expulsadas de sus hogares, y ahora el país enfrenta los peores niveles de inseguridad alimentaria jamás registrados. Alrededor de 8,5 millones de personas están al borde de la hambruna, incluidas unas 203.000 mujeres embarazadas. Unas 755.000 personas, incluidas 18.000 mujeres embarazadas, ya están en condiciones de hambruna. 

La guerra en curso ha despojado a las mujeres y niñas de todo lo que necesitan para sobrevivir: alimentos, apoyo médico y refugio. Cerca del 80 por ciento de los hospitales en las zonas afectadas por el conflicto ya no funcionan, con instalaciones destruidas, saqueadas o enfrentando una severa escasez de personal y una grave falta de medicamentos y suministros esenciales. Las instalaciones de salud que siguen funcionando se ven abrumadas por la afluencia de personas que buscan atención, muchas de las cuales son desplazadas internamente, lo que pone a prueba el sistema de salud del país hasta sus límites. La mayoría de las mujeres y niñas de las zonas afectadas por conflictos no tienen acceso a los servicios de salud reproductiva y protección que necesitan desesperadamente.

Los niveles desgarradores de violencia, como violaciones, secuestros y matrimonios forzados e infantiles, siguen cobrando un precio inaceptable para las mujeres y las niñas, creando un ambiente de temor para quienes tienen escasos acceso a los servicios, el apoyo o la justicia. 

El UNFPA colabora con sus asociados para prestar servicios de salud reproductiva y protección vitales en zonas con un elevado número de desplazados internos. Esto incluye el despliegue de equipos móviles y suministros para crear capacidad en materia de salud materna, incluida la atención obstétrica de emergencia, y para la gestión clínica de la violación, así como el apoyo a los espacios seguros.

Actualizado el 1º de julio de 2024