Sudán

Las mujeres y las niñas siguen pagando un alto precio por la guerra en Sudán. Millones de personas han sido expulsadas de sus hogares y ahora el país enfrenta los peores niveles de inseguridad alimentaria jamás registrados. Alrededor de 8,5 millones de personas están al borde de la hambruna, incluidas unas 203.000 mujeres embarazadas. Unas 755.000 personas, incluidas 18.000 mujeres embarazadas, ya viven en condiciones de hambruna.

La guerra en curso ha despojado a las mujeres y niñas de todo lo que necesitan para sobrevivir: alimentos, apoyo médico y refugio. Menos de una cuarta parte de los centros sanitarios de las provincias afectadas por los combates están en funcionamiento. Los centros han sido destruidos, saqueados y sufren una escasez de personal y una grave falta de medicamentos y suministros esenciales. Los que siguen operando se ven abrumados por la afluencia de personas que buscan atención, muchas de las cuales son desplazadas internas, lo que lleva al sistema de salud del país hasta sus límites. La mayoría de las mujeres y niñas de las zonas afectadas por conflictos no tienen acceso a los servicios de salud reproductiva y protección que necesitan desesperadamente.

Los desgarradores niveles de violencia, incluidas violaciones, secuestros y matrimonios forzados e infantiles, siguen cobrándose un precio inaceptable para las mujeres y las niñas, creando un ambiente de temor para quienes apenas cuentan con acceso a servicios, apoyo o a la justicia.

El UNFPA colabora con sus asociados para prestar servicios de salud reproductiva y protección vitales en zonas con un elevado número de desplazados internos. Esto incluye el despliegue de equipos móviles y suministros para reforzar la capacidad en materia de salud materna, incluida la atención obstétrica de emergencia, y para el manejo clínico de violaciones, así como el apoyo a los espacios seguros.

Actualizado el 31 de julio de 2024