El cambio climático tendrá graves repercusiones sobre la salud y los derechos sexuales y reproductivos. El calor empeora los resultados de salud materna y neonatal, y las investigaciones sugieren que un aumento de un grado Celsius en la semana anterior al parto corresponde a una probabilidad de mortinatalidad un seis por ciento mayor.
Se espera que el impacto del cambio climático duplique las necesidades de respuesta humanitaria para 2030. Con desplazamientos más generalizados previstos, las demandas al sistema de respuesta humanitaria para atender las necesidades de los afectados, especialmente las relacionadas con su salud sexual y reproductiva y la violencia basada en el género, crecerán sustancialmente.
Con el aumento de la sequía se espera que las mujeres y las niñas viajen distancias más largas para recoger agua y leña, lo cual las expondrá a la violencia sexual y basada en el género. La destrucción de los hogares y los medios de subsistencia, así como la pérdida de ganado y cultivos debido a la grave sequía, se han convertido en una realidad para las comunidades muy afectadas por el cambio climático. En algunos casos, esta pérdida de medios de vida conduce a aumentos en las relaciones sexuales transaccionales y al riesgo de embarazos de adolescentes.
Durante los desastres, los servicios de salud –incluidos los servicios de salud sexual y reproductiva– suelen ser limitados, y a veces no están disponibles, lo que significa que más mujeres dan a luz sin el tan necesario apoyo médico. Además, la capacidad de las mujeres y las niñas para manejar su menstruación con dignidad se ve afectada cuando faltan agua limpia y productos menstruales.
Cuando se produce un desastre relacionado con el clima, las mujeres y las niñas corren mayor riesgo de sufrir violencia de género. Las niñas que no pueden asistir a la escuela si son desplazadas, por ejemplo, corren el riesgo de que, padres que ya no pueden permitirse cuidar de ellas si han perdido sus medios de vida, las casen temprano. Una niña casada con un hombre mucho mayor corre un mayor riesgo de violencia en la pareja debido al desequilibrio de poder en la relación.
Para muchas mujeres y niñas y otros grupos de personas marginados y vulnerables, así como para las personas con discapacidad, el impacto del cambio climático empeora sus problemas y vulnerabilidades ya existentes. Los esfuerzos actuales de adaptación al cambio climático simplemente no son suficientes, ni están diseñados para evitar el impacto desproporcionado sobre estos grupos de personas.