La crisis climática no es neutral en términos de género.
Las consecuencias del cambio climático, y del calor extremo y los desastres que conlleva, son devastadoras para las mujeres y las niñas. Los riesgos de mortinatalidad y aborto espontáneo aumentan, mientras que la inseguridad alimentaria conduce a la desnutrición, amenazando la salud materna y neonatal. También aumentan la violencia de género y el matrimonio infantil, a medida que se desmoronan los medios de subsistencia y crece el estrés.
La 29ª Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (COP29) es una oportunidad crucial para acelerar las medidas para hacer frente a la crisis. El evento, que se celebrará en Bakú, Azerbaiyán, reunirá a líderes de gobiernos, empresas y sociedad civil para avanzar en soluciones concretas ante el problema definitorio de nuestro tiempo.
El año pasado fue el más cálido jamás registrado, lo que hace que el planeta sea más peligroso para todos, especialmente para las mujeres y niñas pobres y vulnerables. Nuevos datos publicados por el UNFPA, el organismo de la ONU encargado de la salud sexual y reproductiva, y el Observatorio de Desplazamiento Interno muestran que casi el 40% de todos los desplazamientos por desastres que afectaron a mujeres y niñas tuvieron lugar en países que corren un mayor riesgo de sufrir emergencias climáticas, pero que están menos preparados para ellas. Aproximadamente una cuarta parte de estos desplazamientos se produjeron en los países más pobres del mundo.
Si no actuamos, la igualdad de género se convertirá en una víctima de la crisis climática. Los desastres climáticos agravan la desigualdad, socavan los derechos humanos, interrumpen las cadenas de suministro de planificación familiar y ponen en peligro los servicios de salud materna. Las mujeres y niñas desplazadas no pueden acceder a la atención sanitaria reproductiva y a menudo pierden el acceso a sus medios de vida o a la educación.
No actuar pone en peligro el desarrollo sostenible al socavar los derechos individuales y los objetivos establecidos en la histórica Conferencia Internacional sobre la Población y el Desarrollo de hace tres décadas.
Debemos invertir en medidas de adaptación al clima que empoderen a las mujeres y las niñas y las protejan de los desastres. Los países ricos deben apoyar a los países más vulnerables al cambio climático con ayuda financiera y técnica que tenga en cuenta las cuestiones de género. Asimismo, la investigación y las políticas climáticas deben abordar las necesidades específicas de las mujeres y los jóvenes.
En la COP29, el UNFPA organizará varios eventos paralelos abiertos a todos los participantes. Estos eventos se centrarán en la crucial intersección entre el cambio climático, la igualdad de género, la salud y los derechos sexuales y reproductivos y el cambio demográfico. Puedes obtener más información sobre los eventos paralelos e inscribirte aquí.