Igualdad en dignidad y en derechos para las personas LGBTQIA+

En materia de derechos LGBTQIA+, comenzamos con retraso: la Organización Mundial de la Salud no retiró la homosexualidad de su lista de enfermedades mentales hasta 1990, a pesar de que la Declaración Universal de Derechos Humanos de 1948 proclamaba que «todos los seres humanos nacen libres e iguales en dignidad y derechos». 

Y aunque la sociedad haya avanzado, la Alta Comisionada de la ONU para los Derechos Humanos afirma que «las relaciones sexuales consentidas entre personas del mismo sexo siguen siendo delito en cerca de 70 países. Solo uno de cada tres países protege legalmente a las personas contra la discriminación basada en la orientación sexual, solo uno de cada diez protege a las personas en base a su identidad de género y solo unos cuantos en base a sus caracteres sexuales».

Como grupo marginalizado, las personas LGBTQIA+ pueden enfrentar desafíos y hostilidades a la hora de acceder a asistencia médica y a protecciones jurídicas. Tienen «más probabilidades de sufrir violaciones de los derechos humanos como la violencia, tortura, criminalización, intervenciones médicas involuntarias y discriminación. Además, en la asistencia sanitaria afrontan que se les nieguen cuidados, actitudes discriminatorias y patologización inadecuada», según la Organización Mundial de la Salud. 

El UNFPA defiende que todas las personas tienen derecho a una salud y derechos sexuales y reproductivos integrales y tiene como referencia el Programa de Acción de la Conferencia Internacional sobre la Población y el Desarrollo (CIPD) de 1994, adoptado por 179 gobiernos, que reconoce que la salud reproductiva incluye el derecho de todas las personas a tener una vida sexual satisfactoria y segura. 

En su compromiso de no dejar a nadie atrás, el UNFPA trabaja para conseguir un mundo en el que las personas LGBTQIA+ disfruten de los mismos derechos que el resto, como del acceso a los servicios contra la violencia de género en la respuesta ante la COVID-19. El UNFPA forma parte del programa conjunto de la ONU 2gether 4 SRHR (Juntos por la salud y derechos sexuales y reproductivos), que promueve la salud y derechos sexuales y reproductivos en poblaciones estratégicas del sur y este de África. Otras iniciativas han ayudado a desarrollar una Estrategia de Salud para Personas Transgénero y poner en marcha un programa piloto de asesoramiento psicosocial para personas no conformes con el género en Jamaica; integrar la salud y derechos sexuales y reproductivos y la prevención y el tratamiento del VIH para personas de género diverso y distribuir kits de higiene personal adaptados a personas transgénero en Bangladés; concienciar sobre el VIH en Haití; brindar educación para la salud sexual en Myanmar; mejorar el acceso a medidas de prevención del VIH en Lesoto y Botsuana; empoderar a poblaciones estratégicas en Kirguistán; ayudar a personas en riesgo de contraer el VIH a poner en marcha pequeños negocios en Filipinas; y apoyar la educación en salud sexual y reproductiva en la República Democrática Popular Lao. 

A la hora de abordar las necesidades de las personas LGBTQIA+, hemos avanzado pero aún queda mucho por hacer. Nos comprometemos firmemente a no desviarnos del camino y a no perder de vista nuestro objetivo: la igualdad real y duradera. 

 

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