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“Innovadoras, emprendedoras y catalizadoras de la transformación”: Tres líderes juveniles sobre el clima abogan por los derechos sexuales y reproductivos

 Tres jóvenes sonríen y posan para la cámara
Imali Ngusale, Isabel Adriana García Gómez y Tasnia Ahmed son líderes juveniles en torno a los derechos climáticos, sexuales y reproductivos. © Imali Ngusale/Isabel Adriana García Gómez/Foro Divisional de la Juventud/Jawad Hossain
  • 23 de septiembre de 2024

NACIONES UNIDAS, Nueva York – Se ha iniciado la Cumbre del Futuro: líderes mundiales convergen en la sede de la ONU, en la ciudad de Nueva York, para forjar un nuevo consenso internacional sobre cómo responder a la crisis climática mundial.

Entre los participantes habrá docenas de jóvenes activistas que representan los intereses de su generación, que, a pesar de haber hecho poco para causar el cambio climático, será la generación más vulnerable a sus consecuencias.

A medida que han aumentado las temperaturas mundiales, también lo han hecho las preocupaciones de las y los jóvenes sobre el futuro. Las encuestas muestran que tres cuartas partes de las y los jóvenes de todo el mundo temen el impacto que el cambio climático tendrá en sus vidas y sus medios de subsistencia.

Sin embargo, las y los líderes juveniles están combatiendo esta ansiedad con acciones, especialmente abogando por la salud y los derechos sexuales y reproductivos para mantenerse al frente y en el centro de los esfuerzos de mitigación y respuesta al cambio climático. Las investigaciones dejan claro que la atención y los derechos en materia de salud sexual y reproductiva son esenciales para que las mujeres y las niñas puedan hacer frente a los desastres climáticos. Se proyecta que el hecho de no dar prioridad a la salud y los derechos sexuales y reproductivos, incluida la protección contra la violencia de género, tendrá efectos catastróficos en las mujeres y niñas más vulnerables.

El UNFPA, el organismo de las Naciones Unidas que se ocupa de asuntos de salud sexual y reproductiva, conversó con jóvenes activistas para destacar sus prioridades de cara a la acción mundial contra la crisis climática.

Imali Ngusale, de Kenya

Una joven con pelo trenzado sonríe delante de un fondo que es un collage
La Sra. Ngusale ha visto el impacto del cambio climático en las mujeres y niñas en su país natal, Kenya. © Imali Ngusale 

Imali Ngusale ha visto de primera mano cómo la crisis climática afecta directamente a las mujeres y niñas en su país de origen: “las inundaciones en Kenya afectaron el acceso a anticonceptivos entre las mujeres jóvenes y las niñas en edad reproductiva, lo que podría conducir a embarazos no planificados”.

Esas experiencias están respaldadas por una amplia variedad de investigaciones: se sabe que el cambio climático es un multiplicador de riesgos para las mujeres y las niñas. “El cambio climático ha perturbado nuestros sistemas agrícolas y esto ha llevado a la escasez de alimentos en Kenya y otros países de África”, agregó la Sra. Ngusale. “La escasez de alimentos tiene un efecto dominó, porque afecta la salud materna y aumenta el riesgo de resultados adversos del embarazo”.

Para encontrar soluciones duraderas, la Sra. Ngusale pide a los líderes mundiales que se comprometan con su generación.

“Para hacer frente a las complejidades de la crisis climática se requieren un pensamiento innovador y un enfoque innovador, y las y los jóvenes están listos para adoptarlo debido a nuestra capacidad de adaptación a una amplia gama de ideas”, declaró al UNFPA.

Este año, con el apoyo del UNFPA y otros activistas juveniles en África, la Sra. Ngusale cofundó la Alianza Africana para la Salud, el Clima y la Justicia de Género (ACHCGA), una organización que busca aumentar la participación de las y los jóvenes en la acción climática.

Isabel Adriana García Gómez, de México

Una joven con pelo largo y oscuro y una chaqueta de tela vaquera sonríe a la cámara
La Sra. Gómez comenzó a hacer campaña por la justicia climática a edad muy temprana. © Isabel Adriana García Gómez

Cuando el huracán Otis azotó el estado mexicano de Guerrero, el año pasado, Isabel Adriana García Gómez recuerda su preocupación por el modo en que el desastre afectaría a las mujeres y niñas de la zona. “En contextos de emergencia, es muy probable que aumenten los casos de violencia y abuso”, explicó. “Además, [las personas] tienen que enfrentar la falta de productos de higiene menstrual, acceso a anticonceptivos de emergencia y antirretrovirales”.

La Sra. Gómez ha estado haciendo campaña por la justicia climática desde muy joven. “Mi historia de vida se desarrolla en un contexto de preocupación y acción ante la crisis climática, de defensa de nuestro hogar, nuestro presente y el futuro de aquellos que aún no conocemos”, dijo al UNFPA.

Ha participado en un grupo asesor juvenil del UNFPA, a través del cual apoyó un proyecto llamado “Voces de la juventud: Impactos del cambio climático en los derechos de salud sexual y reproductiva”, que reunió experiencias de 800 jóvenes de 99 países. Fue presentado a las y los líderes mundiales en la 27ª Conferencia de las Partes (COP27) en 2022, y confirmó la creencia de la Sra. Gómez de que se deben priorizar las perspectivas de las y los jóvenes sobre el activismo climáticos.

“Entendernos como agentes de cambio y participantes en la construcción de nuestro propio país nos permite contribuir a la innovación, la creatividad y la resiliencia dentro y fuera de nuestras comunidades y contextos locales”, indicó.

Tasnia Ahmed, de Bangladesh

Una joven con pelo corto y una bufanda alrededor de sus hombros sonríe a la cámara
La Sra. Ahmed afirma que en las zonas vulnerables al cambio climático, las adolescentes a menudo tienen dificultades para acceder a los productos menstruales. © Foro Divisional de la Juventud/Jawad Hossain

Tasnia Ahmed es de Bangladesh, un país particularmente vulnerable a los efectos del cambio climático. Su trayectoria como activista comenzó en la universidad, donde “se centró en la educación infantil, especialmente para los niños que emigraron del sur del país, que es reconocida como una zona costera y propensa a sufrir los efectos del cambio climático”.

A través de ese trabajo, se dio cuenta de que el cambio climático socavaba el acceso a los servicios de salud sexual y reproductiva, especialmente para las y los jóvenes obligados a mudarse a barrios marginales y trabajar en negocios callejeros para sobrevivir. “En las zonas afectadas por el clima, las y los adolescentes no tienen acceso a toallas sanitarias ni ropa limpia durante la menstruación”, reveló al UNFPA.

Aquellos más directamente afectados deben estar involucrados en soluciones, remarcó. “Las y los jóvenes somos aliados importantes en la lucha contra el cambio climático. Somos innovadoras, emprendedoras y catalizadoras de la transformación”. 

Nuestras ideas representan no solo oportunidades para mejorar las condiciones ambientales, sino también para el desarrollo y el progreso, agregó: “La inversión en el clima y en la salud y los derechos sexuales y reproductivos puede bien ser la fuente de empoderamiento de las mujeres”.

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