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“Les decimos: Sí, tú puedes”: Enfrentando la adversidad y protegiendo a las mujeres en la selva peruana

Una joven sentada en un bote de remos en un río en medio de la selva.
Dafne Aquino recorre largas distancias en un pequeño bote para llegar a las mujeres indígenas de las comunidades más remotas de la Amazonía peruana. Crédito: UNFPA Perú / Polo Santos
  • 13 de septiembre de 2024

PROVINCIA DE CONDORCANQUI, Perú – “Enfrentamos lluvias torrenciales, sol implacable y largos viajes de comunidad en comunidad”, relató Dafne Aquino, de 25 años, psicóloga dedicada a llevar esperanza, información y servicios de salud esenciales a las mujeres indígenas de la Amazonía peruana.

“A veces pasamos hasta tres horas en el río, con el riesgo constante de volcar”. La Sra. Aquino trabaja con un equipo de nueve psicólogas, una abogada y dos intérpretes locales en una unidad móvil de salud apoyada por el UNFPA, el organismo de las Naciones Unidas que tiene a su cargo asuntos de salud sexual y reproductiva.

Durante los últimos tres años, el equipo ha estado garantizando el acceso a los servicios esenciales y la protección contra la violencia de género para las mujeres y las niñas, incluso en las zonas más remotas.

La unidad de la Sra. Aquino es parte del proyecto Nuwa Senchi (que significa “mujer fuerte” en awajún, el idioma local) una iniciativa financiada por los Estados Unidos para apoyar a las mujeres indígenas en El Cenepa, cercano a la frontera con Ecuador. Una zona selvática con vegetación densa y caudalosos ríos, este es un lugar donde las comunidades están dispersas, y a menudo solo accesibles después de horas de viaje en pequeñas embarcaciones que navegan por las vías fluviales circundantes. Sin embargo, estas no son las únicas dificultades

El equipo de la Sra. Aquino también trabaja para cambiar las mentalidades y normas sociales arraigadas y perjudiciales. “Los hombres solían decir: ‘Antes de enseñarles sobre los derechos de las mujeres, primero hay que capacitarlas en sus tareas domésticas’”, comentó al hablar con el UNFPA.

Cambiar las mentalidades y empoderar a las mujeres

En todo el Perú, más de una cuarta parte de las mujeres declaran haber sido objeto de violencia física por parte de su pareja o esposo en algún momento de su vida. En la región del Amazonas, esta proporción se eleva a poco más de la mitad.

“La violencia de género no es solo discriminación, sino también violación, asesinato, golpizas y humillación”, explicó la Sra. Aquino.

Para ella, cada día es una oportunidad para marcar la diferencia en la vida de las mujeres, niñas y adolescentes, a fin de construir un futuro libre de violencia. “Las empoderamos, les damos valor. Les decimos: ‘Sí, tú puedes’”.

Desde septiembre de 2023, la unidad móvil de salud ha llegado a más de 13.000 personas con información y apoyo para salvar vidas, y ha distribuido cientos de kits de dignidad con artículos sanitarios y de higiene menstrual esenciales. También se han llevado a cabo tres campañas de sensibilización para cambiar las normas sociales perjudiciales y hacer frente a la desigualdad de género en la región.

Cuatro mujeres charlan en un círculo. Una lleva un chaleco azul con el logotipo del UNFPA. Todas están de pie en una calle del pueblo.
Dafne Aquino y su equipo organizan talleres para prevenir y concienciar sobre la violencia de género en la provincia de Condorcanqui. Crédito: UNFPA Perú / Polo Santos 

En la aldea de Huampami, las mujeres solían tener escasos mecanismos de apoyo y protección contra la violencia de género, pero después de asistir a los talleres de Nuwa Senchi, muchos aseguraron sentirse más seguras y más empoderadas. “Conocemos nuestros derechos y estamos más dispuestas a responder”, afirmó Valeria*

 “Las mujeres ahora saben que pueden hablar con nosotras”, agregó la Sra. Aquino. El equipo también trabaja con socios en atención de la salud, educación, protección y justicia, para garantizar una respuesta integral a la violencia de género en la región.

Catorce personas miran a la cámara. Algunas tienen chalecos azules del UNFPA; otras tienen cubos con pintura blanca. Todas están de pie en las escaleras del puerto rodeadas por la selva.
Dafne Aquino y el resto de la unidad móvil apoyada por el UNFPA trabajan con la comunidad de Huampami pintando las escalinatas del puerto con mensajes para dar esperanza a las sobrevivientes de violencia de género. Crédito: UNFPA Perú / Polo Santos 

Las crisis climáticas aumentan los riesgos de violencia

Regiones como la Amazonía también están muy expuestas a los efectos perjudiciales del cambio climático, y se ha demostrado que los desastres climáticos conducen a una mayor vulnerabilidad a la violencia de género, al igual que se hace más difícil acceder a las estructuras de apoyo o ya no pueden operar.

Para ayudar a cubrir esta brecha, en Santa María de Nieva, capital de la provincia de Condorcanqui, el UNFPA ha instalado una ‘Cámara Gesell’, una estructura diseñada para garantizar el manejo oportuno de los casos de violencia sexual, física y psicológica. En la cámara, las sobrevivientes pueden grabar su testimonio en una sesión con una psicóloga capacitada, mientras un experto judicial observa desde una sala distinta.

El UNFPA ya ha equipado cuatro espacios seguros en la provincia para la recuperación y la protección contra la violencia de género, que también promueven la autonomía corporal y la solidaridad entre las mujeres a través de talleres grupales y sesiones de apoyo psicológico.

*Se ha cambiado el nombre por motivos de privacidad y protección.

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