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“Necesitan que alguien los escuche”: El UNFPA apoya la prestación de servicios psicosociales esenciales después de los mortales terremotos en Afganistán
- 19 Octubre 2023
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HERAT, Afganistán – “Pensé que alguien me estaba sacudiendo; luego el techo se derrumbó”.
Esto es lo que Shamaiel, de 25 años de edad, de la aldea de Naieb Rafi, Afganistán, recordó al conversar con la partera Nafisa Hotak después de un terremoto de magnitud 6,3 que sacudió la provincia de Herat el 7 de octubre.
El terremoto dejó a Shamaiel, que estaba embarazada de nueve meses, atrapada y sangrando bajo el techo de su propia casa. Después que la rescataran y la llevaran al hospital en ambulancia, las parteras lograron finalizar el parto, pero ya era demasiado tarde. “Mi bebé estaba muerto,” se lamenta.
Shamaiel y su esposo Hassan perdieron a varios miembros de la familia en el desastre. Las víctimas han sido abrumadoramente mujeres y niños, ya que el siniestro golpeó durante el día, cuando muchas mujeres y niños estaban en casa mientras los hombres trabajaban fuera de sus casas.
Aldeas enteras han quedado arrasadas. Miles de personas han muerto o han sido desplazadas.
Shamaiel se está recuperando en una tienda de campaña en los terrenos del Hospital Regional de Herat, junto con otros pacientes heridos en el terremoto. Además del natimuerto, Shamaiel presenta una fractura de cadera y sufre un enorme dolor.
“Extraño a todos los que murieron”, confesó, "y no puedo moverme"
Trabajando para cubrir las necesidades
Casi inmediatamente después de la crisis, Nafisa Hotak se dirigió a Herat como parte de un equipo móvil de salud apoyado por el UNFPA, el organismo de las Naciones Unidas que se encarga de las cuestiones de salud sexual y reproductiva.
Cuando se reunió con pacientes embarazadas, vio que muchas estaban en profundo estado de shock. “Cada madre me contaba sobre sus hijos: 'Tengo cuatro hijos. ¿Por qué hay solo dos ahora?'” me preguntaba.
“Había muchas embarazadas, pero todas tenían historias distintas. Fue un momento muy difícil”.
El UNFPA estima que cerca de 7.500 embarazadas se han visto afectadas por los terremotos. Para apoyarlas a ellas y a otras víctimas de la devastación causada por el terremoto el organismo ha desplegado ocho equipos móviles de salud en Herat, que alcanzaron a cerca de 20.000 personas en los primeros diez días posteriores al terremoto.
Sin embargo, las necesidades sobre el terreno siguen siendo grandes. En algunas zonas de Herat, todas las casas fueron destruidas por los temblores. Muchos de los desplazados se han refugiado temporalmente en tiendas de campaña y edificios abandonados.
“Un gran número de mujeres lo han perdido todo”, sostuvo Jaime Nadal, representante del UNFPA para Afganistán, hablando desde un centro de tránsito convertido en campamento temporal para desplazados en Gazergah, Herat. “El UNFPA está aquí para asegurarse de que reciban servicios adecuados de atención de la salud reproductiva”.
Hacer frente a la catástrofe
Las muertes de seres queridos en los terremotos han tenido un costo devastador para las y los sobrevivientes. Se han desplegado asesores psicosociales apoyados por el UNFPA para ayudar a las personas sobre el terreno a hacer frente a abrumadoras pérdidas.
“La disponibilidad de un consejero de apoyo psicohttps://www.unfpa.org/resources/unfpa-afghanistan-herat-earthquake-appealsocial es esencial aquí, porque hay mujeres que están lesionadas y además han perdido a sus familiares. Necesitan que alguien los escuche y les ayude a sobrellevar el trauma”, planteó la consejera Faiza Zarie.
Las mujeres también enfrentan otros desafíos: mayores riesgos de muerte materna prevenible, violencia de género e inseguridad alimentaria, todo a medida que se acerca el invierno en Afganistán y caen las temperaturas.
El UNFPA está trabajando para atender las necesidades de salud reproductiva de las más de 300.000 personas que se estima que se han visto afectadas por los terremotos. El organismo ha emitido un llamamiento de financiación por 11,6 millones de dólares para seguir proporcionando suministros y servicios vitales de salud sexual y reproductiva, y ayuda a las sobrevivientes de Herat a hacer frente a los traumas.
"La primera vez que vi la situación en los campamentos, me sentí desesperada. La gente lloraba pidiendo el regreso de sus familiares”, dijo la consejera Basira al UNFPA. “El apoyo psicosocial les está ayudando a aceptar lo sucedido”.