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El costo emocional de la lucha contra la violencia de género en primera línea en Ucrania
- 13 Junio 2024
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JÁRKOV, Ucrania – “Hubo una llamada de la policía, no de la propia sobreviviente. Fuimos con ellos: hubo abuso físico, psicológico y económico”, explicó Olena Kuznietsova, una psicóloga que trabaja en Járkov.
La Sra. Kuznietsova forma parte de un equipo móvil de apoyo psicosocial apoyado por el UNFPA, el organismo de salud sexual y reproductiva de las Naciones Unidas. Su equipo es uno de los más de 100 desplegados en toda Ucrania para responder a las crecientes denuncias de violencia de género.
En cuanto llegó el equipo, la situación rápidamente se tornó más agresiva. “El hombre era muy violento; amenazaba con matar al equipo móvil, matar a la policía, así que lo retuvieron”, contó la Sra. Kuznietsova.
“Llamaron a los servicios médicos de emergencia, pero como no hubo lesiones graves, la esposa, Kateryna*, fue llevada a un lugar seguro en lugar del hospital”.
Aunque los casos de violencia de género son notoriamente poco denunciados, principalmente debido al estigma, la falta de fe en los sistemas de denuncia y en Ucrania también por cuestiones de seguridad, se estima que unos 2,5 millones necesitan asistencia. Desde el comienzo de la invasión en gran escala, en febrero de 2022, se han registrado numerosos casos de violencia, entre ellos la violencia sexual relacionada con los conflictos, el abuso doméstico y el tráfico.
Una carga psicológica
El UNFPA comenzó a poner a prueba equipos de apoyo psicosocial en Ucrania en 2015 para llegar a las mujeres y las niñas de las zonas de difícil acceso de las regiones de Donetsk y Lugansk. Después de iniciarse la invasión a gran escala, este programa se ha expandido a las primeras líneas de combate, apoyando a las sobrevivientes de violencia de género con asistencia de salud mental y física y remisiones a espacios seguros.
En los últimos dos años, los equipos han asumido responsabilidades cada vez mayores, incluida la prestación de apoyo bajo fuego. En ese sentido, también están entrenados para lidiar con la ansiedad, los ataques de pánico y el estrés, incluso de los propios trabajadores de la salud.
“Camino al refugio de violencia doméstica [en Járkov], una fábrica cercana fue atacada. Vimos humo y oímos gritos. Se produjo un ruido tan fuerte que los autos chillaron hasta detenerse”, relató la Sra. Kuznietsova.
“Descendimos a una estación de metro cercana que se usa como refugio para bombas. Kateryna y sus hijos habían sido sacudidos, una multitud de personas corría por todo el lugar gritando. Fue aterrador. Comenzó a tener otro ataque de pánico y se esforzaba por respirar”.
Járkov está muy cerca de la línea de combate, por lo que la infraestructura civil ha quedado muy dañada, incluso en gran parte destruida. Muchas personas aseguran que oyen las bombas estallar antes de que suene la alarma del ataque aéreo. Hay necesidad urgente de alimentos, medicinas, generadores de energía y material para reconstruir la ciudad, pero la salud mental y la respuesta a la violencia de género también deben ser priorizadas, incluso para los primeros en responder.
Necesidad de atención de salud mental
Junto con el Gobierno de Ucrania, el UNFPA apoya líneas directas, refugios, salas de crisis y centros diurnos, que asistieron a más de 190.000 personas en Ucrania solo de enero a marzo de 2024. En diciembre de 2023, el UNFPA puso en marcha servicios de apoyo psicosocial para familias de veteranos, a medida que la guerra impulsa el deterioro de los estados mentales y emocionales de las familias.
La Sra. Kuznietsova explicó que muchos hombres que regresaban de los combates lidiaban con problemas de salud mental no diagnosticados. “Están regresando de la guerra y no hay período de reintegración. Algunos están traumatizados y les llevan el trauma a sus familias”.
También existe un estigma en torno a la búsqueda de apoyo, ya que puede percibirse como una debilidad o reservarse para las personas con enfermedades mentales graves, a pesar de que los trastornos psicológicos afectan a un 30 % de la población de Ucrania. Se prevé que esta cifra solo aumentará con la guerra, y unos 9,6 millones de personas pueden haber desarrollado una afección de salud mental en los últimos dos años.
Apoyo a los trabajadores de primera línea
Los equipos móviles del UNFPA son los primeros en responder cuando hay ataques militares, y proporcionan no solo apoyo psicosocial, sino también kits de dignidad para mujeres y niñas obligadas a evacuar con poca antelación. Los equipos están constantemente en busca de nuevos espacios seguros, como explicó la Sra. Kuznietsova.
“A veces no hay a dónde llevar a la gente, y mucho menos donde proporcionar ayuda psicológica o social. Es muy peligroso permanecer donde se han producido ataques: el ejército ruso a menudo golpea el mismo lugar dos veces”.
A pesar de las duras condiciones, los equipos han encontrado amabilidad y solidaridad entre la gente de Járkov. “Una vez, mientras trabajábamos bajo bombardeos, una mujer se nos acercó y nos ofreció su apartamento si había personas que necesitaran un lugar”.
En los primeros tres meses de 2024, el UNFPA llegó a más de 80.000 personas de toda la región con servicios psicosociales críticos, pero se necesitará un mayor apoyo a largo plazo para el pueblo de Ucrania y para quienes trabajan para ayudarlos. “Tenemos un equipo fuerte y nos ayudamos mutuamente a fin de volver a la normalidad, pero los trabajadores de primera línea necesitan más ayuda psicosocial. La necesitamos”.
*Se ha cambiado el nombre por motivos de privacidad y protección