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El Salvador inicia servicios de telemedicina para embarazadas, nuevas madres y otros grupos prioritarios
- 23 de septiembre de 2020
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SAN SALVADOR, El Salvador – En un intento por controlar la pandemia de la COVID-19, El Salvador ha promulgado estrictas medidas de bloqueo. Sin embargo, la pandemia está afectando gravemente a la población, con más de 27.000 casos de la enfermedad confirmados a mediados de septiembre. Los impactos económicos relacionados han producido grave inseguridad alimentaria en más de 162.000 hogares.
Las restricciones a la circulación, el miedo a contraer el virus y las tensiones económicas han dificultado el acceso a críticos servicios de salud para las embarazadas, las nuevas madres y los niños pequeños. También ha aumentado la necesidad de servicios de salud mental.
En respuesta a lo anterior, el Gobierno de El Salvador puso en marcha un servicio de atención médica por teleasistencia en agosto. En su primera fase, presta servicios a tres grupos prioritarios: mujeres embarazadas y en posparto, niños menores de cinco años y personas que requieren atención de salud mental.
A través del número telefónico 131, las personas que llaman pueden comunicarse con el personal de salud, que incluye ginecólogos, pediatras, médicos generales y médicos de familia, entre otros.
“Al marcar el 131 se le brindará apoyo en temas relacionados con su embarazo, su bebé o sus hijos pequeños, y así mejorará la salud de su familia desde su hogar”, explicó Gabriela de Bukele, la Primera Dama del país, que ha estado trabajando para promover el programa.
La iniciativa está a cargo del Ministerio de Salud, con el apoyo técnico y financiero del UNFPA y la Embajada del Canadá. “Como madre, he reflexionado sobre lo difícil que debe ser estar embarazada en este momento, debido a las dudas que deben tener las mujeres y su miedo a infectarse”, manifestó Karolina Guay, embajadora de Canadá en El Salvador.
Los médicos que participan en la iniciativa dicen que ha sido una nueva forma de trabajar.
“Como profesionales de la salud, nos enseñan que la idea es ver al paciente cara a cara, poder escucharlo y examinarlo. Al principio fue un desafío", confesó la Dra. Ana Julia Luna de Jaimes, supervisora del sistema de teleasistencia médica;
pero el cambio ha valido la pena, agregó. Ahora ella y sus colegas pueden proporcionar atención de manera que se reduzca al mínimo la exposición a la COVID-19 tanto entre el personal sanitario como entre los pacientes.
"Ahora me siento satisfecha porque he desarrollado nuevas aptitudes en tecnología y cuidado", dijo.
El Dr. Herberth Roberto Vásquez, ginecólogo y obstetra que trabaja en el telecentro, plantea que la capacitación ha ayudado.
“Conocía los conceptos básicos de la informática (de manera muy limitada) pero aquí hemos vivido un proceso de aprendizaje que ha fortalecido nuestros conocimientos. Ahora me siento más fuerte al manejar una computadora y programas del Ministerio de Salud, que son herramientas útiles para servir mejor a los usuarios”.
Uno de los beneficios añadidos de la iniciativa ha sido que los médicos ahora pueden llegar a las personas que enfrentaban dificultades para obtener atención médica incluso antes de la pandemia.
“Con este sistema de atención podemos ayudar a las personas, ya no en nuestros consultorios, sino en distintos rincones del país, incluso en lugares donde muchas veces no hay carreteras y el centro sanitario está a dos o tres horas a pie", señaló el Dr. Vásquez.
Hugo González, representante del UNFPA en El Salvador, añadió que la telemedicina ofrece muchas ventajas potenciales: “Podría reducir los costos a la población y a las instituciones, y de ese modo se fomenta la equidad, ya que todas las personas tendrán igual acceso a igual necesidad, independientemente de sus diferencias socioeconómicas… Se reducen los tiempos de espera. Podría incluso ayudar a prevenir complicaciones más graves, y en efecto protegerá a las mujeres y los niños de la exposición a la COVID-19".
El servicio funciona de 7:30 a.m. a 5:30 p.m., de lunes a viernes. El Ministerio de Salud espera atender a 750 personas diariamente, para llegar a 7.000 embarazadas, 6.000 niños pequeños y al menos 1.200 pacientes que necesitan atención de salud mental.