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Emergencia por sequía en Zambia: El matrimonio infantil, el VIH y el hambre aumentan para las mujeres y las niñas

Un grupo de niñas en los terrenos de una escuela
En las provincias zambianas meridional, occidental, central y de Lusaka, afectadas por la sequía, los índices de malnutrición aguda son elevados entre las mujeres embarazadas y lactantes y aumenta el riesgo de violencia de género, explotación y abuso sexuales. © UNFPA Zambia/Julien Adam
  • 03 Julio 2024

PROVINCIA MERIDIONAL, Zambia – “No tienen alimentos, y los adolescentes pueden tornarse vulnerables”, adelantó la enfermera Suvannah Sinakaaba, en la aldea de Hakankula, en el distrito de Monze en Zambia. “Las tasas de VIH son bastante altas entre las y los adolescentes; algunos participan en actividades sexuales con los pescadores, porque tienen necesidades [económicas]”.

Zambia está muy expuesta a la emergencia climática mundial, golpeada por sequías, inundaciones y olas de calor frecuentes y mortales. Ahora se encuentra en medio de la temporada agrícola más seca en más de 40 años, y el Presidente ha declarado una emergencia nacional: los cultivos han sido aniquilados, el ganado ha muerto, y la pobreza y la inseguridad alimentaria se están profundizando para más de 9,8 millones de personas.

La Sra. Sinakaaba trabaja con un equipo móvil de salud apoyado por el UNFPA, el organismo de las Naciones Unidas que tiene a su cargo los asuntos de salud sexual y reproductiva, que hasta ahora ha visitado distritos de las provincias oriental, meridional y de Lusaka. Los equipos informan de tendencias preocupantes, especialmente entre las adolescentes, como el aumento de las tasas de VIH y embarazos no planificados.

Una enfermera lee un documento
La enfermera Suvannah Sinakaaba en la clínica móvil apoyada por el UNFPA en la aldea de Namalyo, en la zona de Hakunkula, donde atiende a adolescentes embarazadas. © UNFPA Zambia/Julien

Los casos de violencia de género, incluidas la explotación sexual y el matrimonio infantil, corren el riesgo de aumentar, ya que muchas niñas pierden los medios de vida suyos y de sus familias. Tener que caminar distancias cada vez más largas para recoger agua pone a las mujeres y las niñas en riesgo adicional de abuso sexual y coacción. 

La enfermera Loveness Miyoba también participa con el equipo móvil visitando Monze. “Hoy estamos ofreciendo terapia antirretroviral a las personas con VIH”, dijo al UNFPA. “También ofrecemos servicios prenatales, clínicas infantiles, planificación familiar y algunos servicios ambulatorios”.

Tutoría contra el matrimonio infantil

El UNFPA colabora con el Ministerio de Salud, las comunidades afectadas y los servicios de primeros auxilios para apoyar la salud sexual y reproductiva y hacer frente a la violencia de género en las zonas afectadas por la sequía.

En seis distritos de las provincias oriental y meridional, el UNFPA apoya espacios seguros que brindan asesoramiento y tutoría para reducir el riesgo de embarazo en la adolescencia y matrimonio infantil, especialmente en tiempos de crisis. Estos espacios, que han sido financiados por Suecia e iniciados en 2021, han sido visitados por más de 220.000 niñas hasta el momento.

Veinrander Kaum’bi es mentora en la ciudad de Monze, y dijo al UNFPA que “el desafío es el hambre. Debido a esta sequía, algunas se ven obligadas a casarse. Las veo como si fueran mis [hijas], y no puedo dejar que nada malo les suceda; no puedo permitirlo”.

Zambia ya tiene una de las tasas más altas de matrimonio infantil del mundo: casi un tercio de las niñas se casan entre los 15 y 19 años. Aunque en diciembre de 2023 se aprobó una ley histórica para hacer frente a estas cifras, a medida que las familias se esfuerzan por poner alimentos en la mesa, más niñas abandonan la escuela, y se teme que las casen por la fuerza.

Una mujer camina a lo largo de una carretera
Veinrander Kaum'bi, de 26 años, es mentora en un espacio seguro apoyado por el UNFPA en Monze. © UNFPA Zambia/Julien Adam

Annah está en su último año en la Escuela Manungu, en Monze. “Es difícil sobrevivir con esta sequía”, admitió al UNFPA. “Como chicas, podríamos [recurrir a] la prostitución para ganar dinero para comprar comida, pero las mentoras nos enseñaron a asegurar nuestro futuro, y cómo evitar el embarazo precoz y el matrimonio infantil[...] También nos enseñaron la independencia económica, cómo crear pequeñas empresas y depender de nosotras mismas”.

El UNFPA apoyó la capacitación de más de 80 voluntarios locales, que asesoran a familias en el distrito de Monze; también sensibilizan acera de dos líneas telefónicas nacionales de ayuda que ofrecen asistencia y derivaciones de salud materna y protección contra la violencia de género. Las líneas gratuitas son gestionadas por Lifeline Childline Zambia, y recibieron más de 280.000 llamadas en lo que va del año, más de 30.000 de las cuales estaban relacionadas con la violencia de género.

La salud materna está en crisis

En las provincias afectadas, la malnutrición aguda está aumentando entre las mujeres embarazadas y lactantes y se espera que empeore en julio, a medida que comience la temporada de escasez. Junto con las enfermedades que se propagan al beber y usar agua insalubre, esto puede convertirse rápidamente en una amenaza para la vida, especialmente porque la desnutrición ya alcanza niveles peligrosos.

“Las reservaciones de citas prenatales han disminuido, lo que es motivo de preocupación”, indicó la enfermera Linda Muleya Libingi.

Para miles de personas en áreas afectadas por la sequía, el centro de salud más cercano puede estar a horas de distancia, a menudo a pie. En la aldea de Namalyo, el centro de salud de Hakunkula, a unos 30 km de distancia, es la clínica más cercana, afirmó Leonard Zulu, que trabaja con el UNFPA en Zambia. “En tiempos de crisis, y en tiempos de sequía como este, la salud de las mujeres y las niñas, y especialmente su salud sexual y reproductiva, no son prioridad”, explicó.

Una joven con una cinta métrica alrededor del brazo
Precious Siumbwe, de 16 años, puede acceder a atención y apoyo de salud prenatal en la clínica móvil apoyada por el UNFPA en la aldea de Namalyo, que está a 30 km del centro de salud más cercano. © UNFPA Zambia/Julien

Precious Siumbwe tiene 16 años y está embarazada por primera vez. “La clínica está muy lejos de aquí, e incluso si caminamos allí, las parteras solo vienen de vez en cuando”, se quejó al UNFPA.

“El Distrito de Monze cuenta con más de 40 centros de salud, y en todos ellos el UNFPA está prestando apoyo a las clínicas móviles, que se desplegarán al menos una vez al mes durante los próximos tres meses”, adelantó el Sr. Zulu. El UNFPA también tiene previsto proporcionar suplementos nutricionales y lecciones de cocina que demuestren cómo utilizar semillas y frutos secos de origen local como parte de una dieta saludable.

“Pero necesitamos más apoyo, necesitamos más recursos para poder garantizar que estas clínicas móviles continúen en los próximos meses”, agregó. “Como puede usted ver, realmente hay necesidad de estos servicios”.

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