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En Yemen los servicios maternos gratuitos son una fuente de vida para las mujeres embarazadas

Una partera le pasa a Saba su hijo recién nacido. Saba perdió dos embarazos anteriores debido a la falta de atención obstétrica en un país donde apenas funciona la mitad de los servicios de salud y sólo dos de cada 10 centros de salud en funcionamiento prestan servicios de salud maternoinfantil. © UNFPA Yemen
  • 24 de marzo de 2022

GOBERNACIÓN DE DHAMAR Y GOBERNACIÓN DE AL-MAHWIT, Yemen – Camino al centro de salud para dar a luz, Hailah casi se cayó dos veces del asiento trasero de una motocicleta prestada. La falta de combustible ha hecho subir los altos costos de transporte, y el dinero que Hamid, su marido, ganó en Arabia Saudita, donde encontró trabajo, resultó escaso. De modo que terminó en la motocicleta conducida por su cuñado, que finalmente la ató a él para evitar que se cayera. Viajando desde una aldea remota en la provincia de Dhamar, encontraron carreteras deterioradas por más de 20 kilómetros. “Pensé que sería el fin: no había manera de que mi hijo yo sobreviviéramos”, recordó Hailah, de 30 años, “pero tenía que resistir. No podía quedarme en casa debido al gran riesgo de sangrado grave o de muerte”.

En nueve años de matrimonio, Saba, que tiene 29 años, había perdido dos embarazos anteriores debido a la falta de atención obstétrica en su pequeña aldea de la provincia de Al-Mahwit, donde no había hospital ni farmacia y apenas había agua potable. Con la ayuda de una partera apoyada por el UNFPA, que la diagnosticó y le dio medicamentos de maternidad, pudo mantener este embarazo. Cabe señalar que el UNFPA es el único proveedor de medicamentos maternos en el país.

No obstante, a los siete meses, Saba comenzó a mostrar signos de fatiga. “Intenté más de una vez ir al hospital, que está a más de 25 kilómetros de distancia", explicó, "pero no pude por la falta de dinero”. Cerca del final de su embarazo, comenzó a sufrir sangrado y dolor graves: “a lo que más temía era al hecho de que muchas mujeres de mi aldea habían perdido la vida o a sus recién nacidos sin atención médica o camino al hospital más cercano”.

Cuando Saba estaba a punto de dar a luz, Saeed, su marido, les pidió a todos los habitantes de la aldea que tenían un automóvil que se lo prestaran para llevarla al hospital. “Ninguno pudo ayudarme debido a la grave escasez de combustible”, se lamentó. “Fui al mercado negro con todos mis ahorros y compré dos galones de gasolina a un precio exorbitante: cada galón cuesta más de 70 dólares”.

Un sistema de salud maltrecho 

Aquí, cada dos horas muere una mujer por dar a luz. Una de cada tres mujeres que desean usar la planificación familiar no puede hacerlo. Seis de cada 10 nacimientos tienen lugar sin una asistente de parto calificada. 

Siete años de conflicto han provocado el descalabro del sistema de salud de Yemen. En el país apenas funciona el 50 % de los centros sanitarios, y sólo dos de cada 10 centros sanitarios en funcionamiento prestan servicios de salud maternoinfantil.

En 2021, el UNFPA prestó apoyo a 127 centros de salud, pero la falta de financiación está obligando al UNFPA a proyectar el cierre de la mitad de estos para fines de mes, lo cual pone en grave peligro la vida de 1,3 millones de mujeres, incluidas 17.000 mujeres que podrían morir por complicaciones durante el parto. Según un informe reciente, unos 1,3 millones de embarazadas y lactantes también están gravemente desnutridas.  

Hasta la fecha sólo se han recibido 15 millones de los 100 millones de dólares que el UNFPA necesita para prestar servicios de salud reproductiva y protección a las mujeres hasta fines de 2022. La respuesta del UNFPA en materia de salud reproductiva en Yemen recibe apoyo económico de la Unión Europea, de Canadá, de la Oficina de Asistencia Humanitaria de la USAID, de la República de Corea y del Fondo Central para la Acción en Casos de Emergencia.

Al final del viaje se producen nuevos comienzos 

Cuando Hailah llegó al Centro de Salud de Hadaka, apoyado por el UNFPA con financiación de la República de Corea, fue rápidamente trasladada a la sala de cirugía.

Una madre con su bebé
Hailah acurruca a su recién nacida, tras vivir de un angustioso viaje camino al hospital. Los altos costos de combustible han hecho que el transporte sea una preocupación más para los padres en espera. © UNFPA Yemen 

“Llegó en el último momento. Ella y su bebé estaban a punto de morir”, aseguró su médica. “La operación fue un éxito: su bebé está en la incubadora en condiciones estables”. A lo que añadió: “Los servicios médicos gratuitos que proporcionamos son la única esperanza para mujeres como Hailah. No me quiero imaginar cuántas madres y bebés morirán si se detienen estos servicios. 

El UNFPA también presta apoyo al hospital Al-Khabt (con financiación de la República de Corea), donde Saba pasó inmediatamente de la sala de emergencias a la sala de operaciones. Cuando Saeed le explicó al médico discretamente que no tenían dinero, se le aseguró que todo, es decir, la cesárea, el tratamiento, los medicamentos, todo era gratuito. 

“Era la primera vez que recibía servicios de atención obstétrica”, confirmó Saba, que dio a luz un niño. “Habría querido que estuviera disponible antes, como deseo que todas las mujeres de mi aldea puedan acceder a estos servicios, y que los servicios continúen".

Hailah dio a luz una niña a la que llamó Amal (que en árabe significa "esperanza"). “Casi perdimos el significado de su nombre debido a esta guerra maldita que convirtió nuestras vidas en una tragedia”, se lamentó. 

No obstante, no perdieron a la bebé, ni lo que significa su nombre.

 
 

 

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