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La atención de maternidad respetuosa en Paraguay pone el foco en la autonomía de la mujer durante el parto
- 23 Julio 2024
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KATUETE/ASUNCIÓN, Paraguay – Al prepararse para dar a luz por primera vez a los 39 años, Claudelina Ortellado Portillo estaba muy inquieta. «Por mi edad, porque todo era nuevo para mí y porque, además, me había costado mucho quedarme embarazada», explicó al UNFPA, el organismo de las Naciones Unidas encargado de la salud sexual y reproductiva.
Sin embargo, en el Centro de Salud Pública de la ciudad de Katuete, a unos 300 kilómetros de la capital, Asunción, la trataron con alegría y respeto durante todo el proceso. «Mi equipo se centra tanto en el bienestar emocional de las pacientes como en su salud física», explica Victoria García, la directora del departamento de obstetricia del centro.
La Sra. Ortellado reconoció que el apoyo psicológico recibido durante los periodos prenatal y posnatal le había ayudado a surcar los vaivenes emocionales del embarazo; el parto puede tener un alto costo emocional y físico y requiere una atención respetuosa y sensible, un enfoque que haga hincapié en la dignidad de la mujer, su estado emocional, sus creencias, su consentimiento y su autonomía.
El parto como una experiencia digna
Una atención de maternidad respetuosa también significa desalentar la sobremedicalización y proteger a las mujeres de la violencia y los abusos obstétricos. En Paraguay, una ley de protección a las mujeres define la violencia obstétrica como «un trato deshumanizado que viola los derechos humanos de las mujeres». La legislación, aprobada en julio de 2018, establece parámetros para la conducta de los trabajadores sanitarios hacia las pacientes y, en el caso de las mujeres embarazadas, durante todo el embarazo y el parto.
Las mujeres deben tener garantizado el derecho a llevar a cabo el plan de parto que elijan y a poder acceder a toda la información disponible para participar plenamente en la toma de decisiones sobre su propio proceso de parto, incluidas elecciones como la posición en la que dar a luz y si desean o no estar acompañadas en la sala de partos.
Evelin Vergara, de 26 años, dio a luz en una clínica privada de Asunción. Para ella y su marido, una atención de maternidad respetuosa significaba que el personal sanitario «no te discrimina, respeta tu intimidad y a las personas que te acompañarán durante el trabajo de parto».
Y añadió: «Era importante que el equipo confiara en las decisiones de la madre, en su capacidad para dar a luz sin prisas ni procedimientos innecesarios».
Para la pareja, la información es poder. «Cuanto más sepamos sobre la atención de maternidad respetuosa, más violencia obstétrica podremos prevenir», afirmó la Sra. Vergara.
Implicar a las familias durante el parto
Otra parte esencial del planteamiento de la atención de maternidad respetuosa es animar a los familiares a que participen en los preparativos, tomando conciencia de las revisiones necesarias, los cambios que se producen durante el embarazo y las señales de alarma que requieren atención médica urgente. Es un planteamiento que ha demostrado ayudar a las mujeres a sentirse más apoyadas psicológica y emocionalmente.
Luis Cañete, el esposo de la Sra. Vergara, confesó que la experiencia también fue una montaña rusa emocional. «Ves el esfuerzo y el dolor de tu pareja y eso te hace sentir mal, pero es un esfuerzo que también trae mucha felicidad». No encontró barreras a la hora de acompañar a la Sra. Vergara durante las consultas o el parto ya que el equipo médico procuró abrirles todas las puertas y crear un entorno seguro y respetuoso.
La atención de maternidad respetuosa está vinculada a la promoción del acceso universal a la salud sexual y reproductiva. En Paraguay, el UNFPA apoya la formación del personal sanitario para promover el parto respetuoso, en colaboración con la Asociación de Obstetras del Paraguay y la Federación Nacional de Ginecología y Obstetricia.
El UNFPA también trabaja en la actualización de la normativa nacional, por ejemplo, en la mejora de las normas sociales, la igualdad de género y la salud de hombres y niños, incluida su participación activa durante el embarazo y el parto, y en informar a las mujeres embarazadas y a sus familias sobre cómo defender sus derechos y preferencias antes, durante y después del parto.