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La escalada de hostilidades en el Líbano ha tenido repercusiones de género para las mujeres y las niñas
- 27 de septiembre de 2024
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BCHAMOUN, El Líbano - “Abandonamos nuestras casas con solo la ropa puesta. El día que nos fuimos, un ataque aéreo golpeó nuestra aldea, mató a nuestros vecinos y destruyó nuestra casa”, relató Salwa* al UNFPA, el organismo de las Naciones Unidas que tiene a su cargo los asuntos de salud sexual y reproductiva, en momentos en que las hostilidades se intensifican en todo el Líbano.
“No pudimos traer nada”, se lamentó.
Salwa y su esposo, hijo y nuera embarazada se refugian ahora en la escuela pública Houssein Massoud, en Monte Líbano. La familia tardó dos días en coche en llegar al refugio; aunque la distancia de su casa en Nabatieh es inferior a 100 km, las carreteras están obstruidas por el tráfico debido al desplazamiento masivo de civiles.
Más de 200.000 personas han sido desplazadas en el Líbano desde el inicio del conflicto entre Israel y Hezbolá, en octubre de 2023. De ellas, casi la mitad (90.530 personas) han sido desplazadas desde el 23 de septiembre, cuando se intensificaron los bombardeos. Hay casi 600 víctimas mortales.
El desplazamiento no es neutro en cuanto al género
Hay mujeres, hombres, niños y niñas que han sido desarraigados, pero los efectos del desplazamiento en las personas distan mucho de ser neutrales en cuanto al género. Mantener una salud aceptable se vuelve mucho más difícil para las mujeres y niñas que presentan menstruación o embarazo mientras huyen de la violencia o se refugian en refugios abarrotados. Un saneamiento deficiente y la higiene menstrual en situaciones de emergencia pueden provocar enfermedades y reducir la movilidad.
“Tengo dos hijas adolescentes que ahora comparten un baño con cientos de otras personas”, dijo Alma* al UNFPA. “Los riesgos de infección son muy altos”.
El miedo a la violencia de género, un riesgo que aumenta en situaciones de emergencia, también puede afectar la salud de las mujeres y las niñas.
“Está tan lleno aquí, y siento timidez todo el tiempo”, admitió una niña de 15 años al UNFPA. “Estoy viviendo con gente que no conozco, y me asalta la indecisión cada vez que tengo que ir al baño; por eso que no he ido al baño desde hace cuatro días. Siento un poco de dolor debido a ello".
Unas 56.000 mujeres y niñas libanesas en edad reproductiva se encuentran desplazadas, 25.000 de ellas desde el 23 de septiembre.
Se estima que unas 2.300 embarazadas también se encuentran entre las desplazadas, de las cuales se espera que 260 den a luz en el curso del próximo mes. El embarazo en situaciones de crisis también presenta graves riesgos, especialmente para las mujeres que no pueden recibir servicios prenatales ni cuidados seguros en el parto.
Distribución de suministros esenciales
En respuesta a estos desafíos de género, el UNFPA y sus asociados están entregando 8.000 kits de dignidad, que contienen suministros menstruales, ropa interior y jabón. También se incluyen linternas para ayudar a las personas a llegar de forma segura a los baños por la noche, e información sobre el apoyo a las sobrevivientes de violencia de género. Todo esto se presta con servicios de primeros auxilios psicológicos que son esenciales para las personas que sufren el trauma del desplazamiento y la violencia.
El UNFPA también ha distribuido cientos de kits interinstitucionales de salud reproductiva de emergencia a múltiples hospitales. Estos kits contienen suficientes medicamentos, suministros y equipo vital para apoyar el parto y controlar las complicaciones obstétricas. Otros kits, colocados previamente en el Líbano, pueden apoyar otros 1.260 partos seguros de mujeres que sufran complicaciones.
“Todo producto de higiene femenina es esencial en este momento”, señaló Alma. “Salimos sin traer nada”.
* Se ha cambiado el nombre por motivos de privacidad y protección