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Lo que más necesitan las mujeres y las niñas a medida que los desastres climáticos y los desplazamientos causan estragos en todo el mundo
- 18 Noviembre 2024
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NACIONES UNIDAS, Nueva York – En decenas de países, la crisis climática global no es algo inminente: ya ha llegado. En 2023, los desastres climáticos expulsaron de sus hogares a millones de las mujeres y niñas más vulnerables del mundo, exponiéndolas a amenazas de violencia sexual y de género, prácticas nocivas como el matrimonio infantil y muertes prevenibles durante el embarazo y el parto.
Los nuevos datos del UNFPA, la agencia de la @ONU_es para la salud sexual y reproductiva, y el Centro de Vigilancia de los Desplazados Internos revelan que más de una tercera parte de los desplazamientos ocurridos en 2023 en los que participaron mujeres y niñas y que fueron provocados por crisis tales como inundaciones, ciclones y terremotos se produjeron en países con mayor riesgo de emergencias climáticas, pero menos preparados para estas.
“La crisis climática está haciendo que el mundo sea más peligroso para todas y todos, y en los países más afectados son las mujeres y las niñas las que más sufren”, explicó la Directora Ejecutiva del UNFPA, Dra. Natalia Kanem. “A medida que las tormentas, las inundaciones, las sequías y los incendios forestales los desplazan de sus hogares, los servicios de salud vitales, los espacios seguros, la educación y las oportunidades de subsistencia pueden quedar fuera de su alcance. Las mujeres y las niñas están en primera línea de la emergencia climática, y este nuevo análisis es un recordatorio de que sus necesidades no deben ser ignoradas”.
Aprenda más sobre los graves impactos del cambio climático para las mujeres y las niñas
No se puede planificar la respuesta a todas las catástrofes naturales, y algunas pueden no tener conexión con el cambio climático (aunque los científicos están investigando cada vez más los vínculos entre terremotos y sequías).
No obstante, es posible (y es crucial) que las sociedades anticipen fenómenos meteorológicos extremos y desastres e incluyan a las mujeres y las niñas y sus necesidades en la planificación de la respuesta a emergencias. A continuación presentamos tres necesidades para las que los agentes humanitarios deben prepararse cuando responden a una crisis.
Solo dos desastres naturales provocaron más de una cuarta parte de los desplazamientos en 2023: los terremotos gemelos que sacudieron Siria y Türkiye en febrero, y el ciclón Mocha, que tocó Myanmar y Bangladesh en mayo.
Azra*, madre de cinco hijos, fue una de las más de 2 millones de mujeres desplazadas por los catastróficos terremotos de Türkiye. Con pocas opciones de refugio, Yasmin se vio obligada a mudarse con su esposo, de quien había solicitado el divorcio y había obtenido una orden de restricción y protección.
Aunque mudarse ayudó a protegerla de las inclemencias después de los terremotos, la vulnerabilidad de Yasmin a otro tipo de daño surgió en la casa de su esposo: sus amenazas y abusos. Con el apoyo del UNFPA, ella y sus hijos fueron trasladados a un espacio seguro para mujeres y niñas donde quedarse. “Tuvimos que escapar tanto del terremoto como de mi esposo”, confesó al UNFPA. “Gracias a Dios, él no sabe que estamos aquí ahora. Sé que estoy a salvo”.
Meses más tarde, antes de que el devastador ciclón Mocha tocara tierra en Bangladesh, Yasmin Akhter, voluntaria comunitaria del UNFPA, alentó a las refugiadas que viven en el campamento de Nayapara, donde está estacionada, a refugiarse en un espacio acogedor para las mujeres apoyado por el UNFPA. El espacio, conocido como Shanti Khana ("el hogar de la paz") también proporcionó refugio temporal a las mujeres de la propia familia de la Sra. Akhter en medio de los vientos y la lluvia.
“Estoy aquí para apoyar a la comunidad, para hacerla consciente de las amenazas potenciales que enfrentan las mujeres y las niñas, y cómo prevenirlas”, recalcó la Sra. Akhter. “Cuando oí hablar del ciclón, me fue imposible quedarme en casa”.
Inundaciones, tornados, huracanes, terremotos, incendios forestales: el parto no se detiene por ninguno de estos fenómenos, y Nasreen Faroug Balla lo sabe muy bien, después de haber entrado en labor de parto un mes después de que las inundaciones de la temporada de lluvias azotaran el estado de Gedaref en Sudán, en julio de 2022, aislando a cientos de aldeas del acceso a servicios esenciales y atención médica.
Cuando comenzaron sus dolores de parto, la Sra. Faroug Balla tuvo que ser transportada 3 km a través de la lluvia y el barro para llegar a un hospital de campaña apoyado por el UNFPA. En la sala de partos, su presión arterial se disparó y se desmayó; los médicos se apresuraron a realizar una cesárea de emergencia.
“Este hospital de campaña le salvó la vida a mi hija”, agradeció al UNFPA la madre de la Sra. Faroug Balla. “Sin esa ayuda, no creo que hubiera sobrevivido”.
A miles de kilómetros al sur, en Madagascar, Georgette, de 26 años, también dio a luz en medio de desastres naturales, al entrar en labor de parto justo cuando el ciclón tropical Freddy arrasó su aldea en febrero de 2023.
Afortunadamente, Georgette no estaba en casa, había evacuado a un refugio de emergencia antes de que el ciclón tocara tierra. Fue allí, en los baños de un complejo escolar convertido, donde Georgette se convirtió en madre por segunda vez, y le puso por nombre Freddy a su hijo recién nacido.
La partera Lydia Rabitarivao, que trabajaba en el centro de salud de Maroalakely, apoyado por el UNFPA, prestó atención posnatal esencial a la madre y al bebé. “Ambos están muy bien”, afirmó la Sra. Rabitarivao. “Les dimos los primeros auxilios necesarios y volvimos por la tarde para un chequeo”.
Es un estribillo común entre las poblaciones desplazadas: “Huimos sin nada.” Correr por la propia vida significa dejar todo atrás, desde alimentos, agua y ropa hasta suministros esenciales de salud reproductiva como anticonceptivos y compresas menstruales.
El UNFPA trabaja para colmar estas lagunas y garantizar que las necesidades de salud sexual y reproductiva de las mujeres en situaciones de emergencia no se pasen por alto. En el contexto del desplazamiento, que a menudo priva a las mujeres y las niñas de sus redes de seguridad, medios de subsistencia y salud, la capacidad de controlar la menstruación y planificar los embarazos puede salvar vidas.
“La vida ya es difícil. Tenemos que luchar diariamente por la supervivencia”, dijo Gabdaibe Thibothe, de 26 años, que visitó la sala de maternidad del campo de refugiados de Kalambari en Chad en busca de servicios de planificación familiar.
Kalambari alberga a más de 9.000 personas, muchas de las cuales huyeron del vecino Camerún después de que se reiniciara el conflicto en 2021 por la disminución de los recursos en el noreste, en particular el agua, que se ha vuelto escasa en medio de la sequía en la cuenca del lago Chad.
“Gracias a la sensibilización de las parteras, comprendí que al espaciar los nacimientos de los niños, las familias pueden satisfacer mejor sus necesidades en términos de educación y salud”, explicó la Sra. Thibothe al UNFPA.
A mitad de camino alrededor del mundo, Adriana Martínez Echavarría expresó un sentimiento similar después del huracán Ian, que tocó tierra en Cuba en septiembre de 2022 y arrancó el techo de la casa de la joven de 20 años. La Sra. Martínez Echavarría, estudiante de biofísica médica, sabía que la autonomía reproductiva era fundamental para continuar sus estudios, pero las farmacias locales no tenían las tabletas anticonceptivas que había estado tomando.
Con el apoyo del UNFPA, la Sra. Martínez Echavarría obtuvo un implante anticonceptivo en la clínica Turcios Lima en Pinar del Río. “Estoy a punto de graduarme y tengo muchos planes personales y profesionales”, dijo al UNFPA. “No es que sea algo malo, pero no quiero tener hijos todavía”.
“Espero que mis hijos lleguen cuando pueda recibirlos.”
La 29ª Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (COP29) es una oportunidad fundamental para acelerar la acción para hacer frente a la crisis climática mundial. En el evento de Bakú, Azerbaiyán, el UNFPA hará un llamamiento a los líderes mundiales para que den prioridad a las necesidades de las mujeres y las niñas en medio de los desastres climáticos; proporcionen apoyo económico adecuado a los países vulnerables para hacer frente a los impactos del cambio climático y aumentar la resiliencia; e incluyan a las mujeres y los jóvenes en los procesos de toma de decisiones y el liderazgo en la acción climática.
* Se han cambiado los nombres