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Rescatada del terremoto en Marruecos, la partera María trae bebés al mundo y salva vidas en medio de la catástrofe
- 25 de septiembre de 2023
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MARRAKECH, Marruecos – “Pensé que moriría atrapada bajo los escombros”, aseguró María, una partera en Talat N’Yaagoub, en los montes Atlas de Marruecos.
Estaba trabajando su turno como partera en un centro de maternidad cuando golpeó el terremoto más destructivo en la historia reciente de Marruecos, en la noche del 8 de septiembre.
“Esa noche fue difícil, pero tan pronto como mis colegas me ayudaron a salir de los escombros, pudimos brindar ayuda y salvar vidas”, recordó María, quien previamente había recibido capacitación en atención médica para la respuesta a emergencias ofrecida por el UNFPA, el organismo de las Naciones Unidas que tiene a su cargo los asuntos relacionados con la salud sexual y reproductiva.
Talat N'Yaagoub se encuentra a solo 16 kilómetros del epicentro del terremoto. A medida que los residentes aterrorizados abandonan apresuradamente las casas aplastadas, una serie de poderosas réplicas produjeron aún más destrucción en medio de una escena caótica. Las estimaciones actuales son que casi 3.000 personas han muerto y más de 5.600 más han resultado lesionadas. Es probable que estas cifras sean subestimadas, ya que los equipos de búsqueda y rescate no pudieron llegar a todas las zonas inaccesibles del terreno montañoso.
Se calcula que más de 300.000 personas en Marrakech y sus alrededores se han visto afectadas, entre ellas más de 1.500 embarazadas que se prevé darán a luz en los próximos tres meses.
Debido a que los hospitales y otras instalaciones médicas han sido dañadas o destruidas en las aldeas afectadas por el desastre, las posibilidades de peligro para las vidas de estas mujeres son elevadas, especialmente si enfrentan complicaciones durante el embarazo o el parto.
Experiencia en una emergencia
Rescatada de los escombros, María rápidamente dedicó sus habilidades a salvar las vidas de las y los demás. Coordinando con las autoridades locales para organizar evacuaciones en helicóptero de casi todas las mujeres embarazadas en la zona afectada, se aseguró de que recibieran la atención médica urgente que necesitaban.
Pero había una tarea aún más crítica, ya que se dio cuenta de que dos de las mujeres habían ido a dar a luz. En medio de la devastación total, María usó los medicamentos que logró salvar del centro de salud siniestrado para ayudar a ambas mujeres a dar a luz de forma segura; uno de los partos, de gemelos que nacieron sanos.
María había participado en una iniciativa apoyada por el UNFPA que en los últimos dos años ha ayudado a capacitar a más de 500 parteras en materia de procedimientos de emergencia para proporcionar servicios de salud sexual y reproductiva en situaciones de crisis. Las y los participantes aprenden sobre mejores prácticas para proporcionar rápidamente suministros e información de planificación familiar, realizar operaciones obstétricas de emergencia y apoyar a las sobrevivientes de violencia de género.
Las sesiones de capacitación, que son impartidas junto con las asociaciones de parteras y la asociación nacional de planificación familiar, fortalecen los conocimientos y las habilidades de las y los trabajadores sanitarios como María para ayudar a las mujeres y niñas durante las emergencias. El UNFPA ha intercedido con los responsables de la toma de decisiones para que den prioridad a la preparación y establecimiento de redes locales y nacionales de profesionales de salud que garanticen una respuesta rápida y experta durante una crisis humanitaria.
Estructuras de salud, refugio y apoyo
Las autoridades nacionales están encabezando la respuesta a la tragedia, pero hay cada vez más necesidades de socorro de emergencia, alimentos, agua, refugio y apoyo de salud.
Miles de casas han sido destruidas y muchas personas están buscando refugio en instalaciones públicas y durmiendo afuera por temor a nuevos derrumbes de edificios. En estas circunstancias, como en todas las crisis humanitarias, las mujeres y las niñas con escasa protección o acceso a recursos corren el mayor riesgo de sufrir violencia y coerción por motivos de género.
El acceso a servicios de salud de calidad, información y protección contra la violencia son fundamentales: El UNFPA sigue dedicado a garantizar que el pueblo de Marruecos y las organizaciones locales reciban el apoyo que necesitan para salvaguardar la salud reproductiva y el bienestar de las mujeres y las niñas.