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Un nuevo estudio demuestra que la planificación familiar aporta beneficios al bienestar de las mujeres, las familias y las economías

  • 21 de marzo de 2013

NUEVA YORK – Un reciente estudio del Guttmacher Institute ha confirmado que, cuando las mujeres tienen la posibilidad de utilizar anticonceptivos y decidir si desean tener hijos y en qué momento, sus oportunidades educativas y laborales aumentan. A su vez, ello mejora sus ingresos, estabilidad familiar, salud mental y felicidad, así como el bienestar de sus hijos.

Tras el examen de 66 estudios realizados en los últimos 30 años, los expertos del Guttmacher Institute llegaron a la conclusión de que el uso de anticonceptivos conduce a lo siguiente:

  • Rendimiento académico: El acceso legal a anticonceptivos contribuyó significativamente a aumentar el número de mujeres jóvenes que obtuvo al menos algún título universitario y el número de mujeres con educación universitaria que accedió a estudios profesionales superiores.

  • Participación en el mercado laboral y estabilidad económica: el acceso a los anticonceptivos ha permitido que más mujeres jóvenes participen en la fuerza laboral y ha contribuido considerablemente al aumento de su capacidad para obtener ingresos y a la reducción de la desigualdad salarial por razón de género.

Esto refuerza una reciente recomendación de la Organización de Cooperación y Desarrollo Económicos (OCDE) según la cual, para promover el crecimiento, los gobiernos deben centrarse en reducir más la «brecha entre los géneros» que sigue dejando a las mujeres a la zaga en materia de educación, empleo y espíritu empresarial. En las conclusiones de la OCDE, publicadas en diciembre de 2012, se constata que las mujeres siguen ganando menos que los hombres. En consecuencia, la OCDE declaró que las acciones destinadas a cerrar la brecha entre los géneros deben ser el pilar de toda estrategia para crear economías más sostenibles y sociedades más inclusivas.

  • Constitución y estabilidad de las uniones: Los anticonceptivos contribuyeron a posponer los matrimonios, una tendencia que ayuda tanto a las mujeres como a los hombres a encontrar parejas estables y atractivas desde el punto de vista económico; hay más posibilidades de que una relación se rompa tras un embarazo o parto no planificado que cuando estos se han planificado.

  • Salud mental y felicidad: Las mujeres y los hombres que viven un embarazo no deseado y un parto no planificado tienen más posibilidades de caer en depresión, sufrir ansiedad y experimentar niveles más bajos de felicidad.

  • Bienestar de los niños: Las personas que tienen hijos sin haberlo planeado son especialmente propensas a llegar a la paternidad sin estar preparadas y establecer relaciones deficientes con sus hijos.

El estudio Guttmacher, publicado el jueves, también afirma que no todas las mujeres han disfrutado en igual medida de los beneficios sociales y económicos de los anticonceptivos. Por tanto, es necesario realizar más esfuerzos para mejorar el acceso a los anticonceptivos y ayudar a todas las mujeres a lograr las metas que se fijen en la vida si deciden ser madres y cuando ellas lo decidan. Así, los esfuerzos para reducir los embarazos no deseados y en la adolescencia, junto con los programas para brindar asistencia financiera, nutricional y de puericultura, para y evitar la violencia y los abusos en la familia deben seguir siendo una prioridad de las estrategias nacionales de desarrollo.

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