Colocar a las sobrevivientes al frente del movimiento mundial para acabar con la mutilación genital femenina

Declaración conjunta de la Directora Ejecutiva del UNFPA, Dra. Natalia Kanem, la Directora Ejecutiva de UNICEF, Catherine Russell, el Alto Comisionado de ACNUDH, Volker Türk, la Directora Ejecutiva de ONU-Mujeres, Sima Bahous, y el Director General de la OMS, Dr. Tedros Adhanom Ghebreyesus, sobre el Día Internacional de Tolerancia Cero con la Mutilación Genital Femenina

NUEVA YORK, 6 de febrero de 2024 – «Hoy, Día Internacional de Tolerancia Cero con la Mutilación Genital Femenina, reafirmamos nuestra dedicación a las niñas y mujeres que han sido sometidas a esta grave violación de los derechos humanos. La voz de cada sobreviviente es un llamado a la acción y cada decisión que toman para reivindicar sus vidas contribuye al movimiento mundial para poner fin a esta práctica nociva.

«Más de 200 millones de niñas y mujeres vivas han sufrido mutilación genital femenina. Este año, casi 4,4 millones de niñas están en riesgo de sufrir esta práctica nociva. Esto equivale a más de 12,000 casos diarios.

«En consonancia con los compromisos asumidos en la Declaración y Plataforma de Acción de Beijing, los acordados durante el 25º Aniversario de la Conferencia Internacional sobre la Población y el Desarrollo (CIPD25), Generación Igualdad, y otros marcos normativos como la Convención sobre la Eliminación de Todas las Formas de Discriminación contra la Mujer (CEDAW) y la Convención sobre los Derechos del Niño (CRC) y sus recomendaciones generales, así como la meta 5.3 de los ODS, reiteramos nuestro compromiso de prevenir y hacer frente a esta práctica nociva contra las mujeres y las niñas.

«La mutilación genital femenina es una violación de los derechos de las mujeres y niñas que pone en peligro su salud física y mental y limita su potencial de llevar una vida plena y sana. Aumenta el riesgo de que sufran dolores, hemorragias e infecciones graves y la probabilidad de otras complicaciones de salud a edades más avanzadas, incluidos los riesgos durante el parto, lo cual puede poner en peligro la vida de sus bebés.

«Por esta razón, en nuestra búsqueda de un mundo libre de discriminación y de prácticas que perjudiquen a niñas y mujeres, es imperativo que dirijamos nuestra atención a las voces que más importan: las voces de las sobrevivientes.

«Debemos amplificar las voces de las sobrevivientes para sensibilizar e inspirar la acción colectiva y promover su poder y autonomía al garantizar que desempeñen un papel activo en las intervenciones de prevención y respuesta.

«Las sobrevivientes conocen de primera mano los retos y las herramientas necesarias para eliminar esta práctica. Es fundamental que invirtamos en movimientos liderados por sobrevivientes, especialmente a nivel popular, dedicándoles los recursos necesarios para impulsar sus esfuerzos.

«Asimismo, debemos garantizar que se disponga de servicios integrales y culturalmente sensibles, y que estos sean accesibles. Esto incluye reforzar la prestación de servicios sanitarios, sociales y jurídicos para apoyar a las sobrevivientes.

«El UNFPA y UNICEF, como principales organismos del Programa Mundial Conjunto para la Eliminación de la MGF, la ACNUDH, ONU-Mujeres y la OMS, así como otras entidades de las Naciones Unidas, se mantienen firmes en su alianza con las sobrevivientes como defensoras y líderes comunitarias, y en velar por que sus voces y puntos de vista se comuniquen en los programas de prevención y respuesta a la MGF. La inversión en la creación de movimientos y la promoción de la capacidad de acción de las niñas y las mujeres constituyen, sin duda, el núcleo del Programa Conjunto de las Naciones Unidas para la Eliminación de la MGF.

«Celebramos los avances logrados: La práctica de la MGF ha ido disminuyendo en las últimas tres décadas, y en los 31 países con datos de prevalencia representativos a nivel nacional, alrededor de 1 de cada 3 niñas de entre 15 y 19 años en la actualidad han sido sometidas a esta práctica, frente a 1 de cada 2 en la década de 1990.

«Hasta el año pasado, el Programa Conjunto apoyaba a más de 11,000 organizaciones, de las cuales el 83 % eran organizaciones populares asociadas con coaliciones y movimientos liderados por sobrevivientes, que abogaban por cambios en las políticas y leyes, y defendían cambios en las normas sociales y de género.

«No obstante, sigue habiendo una necesidad urgente de esfuerzos aún más específicos, coordinados y sostenidos si queremos alcanzar nuestro objetivo común de poner fin a la mutilación genital femenina para el 2030. Juntos, liderados por las sobrevivientes, podremos hacer que esta práctica nociva pase a la historia, de una vez por todas.»