Declaración
Declaración de la Dra. Natalia Kanem, Directora Ejecutiva del UNFPA, en el Día Internacional para la Eliminación de la Violencia Sexual en los Conflictos 2023
13 Junio 2023
Declaración
13 Junio 2023
La violencia sexual en los conflictos: una crisis oculta
Nos encontramos en un momento de auge de los conflictos. Nos llegan imágenes de todas partes, en internet y en las noticias. A veces, incluso de nuestra propia comunidad. Vemos soldados armados correr junto a edificios devastados, cruzando calles cubiertas de escombros y de los restos de vidas humanas.
Sin embargo, rara vez se nos muestra una de las formas más terribles de violencia que existe en un conflicto: aquella que se perpetra en los cuerpos de las mujeres y las niñas. Violaciones, agresiones sexuales, matrimonios forzados, esclavitud sexual y otras formas de violencia por razón de género proliferan sin control en las guerras modernas.
El UNFPA continúa sintiendo una honda preocupación por la deplorable violencia que sufren, en su mayor parte, las mujeres y las niñas, pero también los hombres, los niños y las personas de las comunidades marginadas, y por el hecho de que la mayor parte de los casos no se denuncian y quedan impunes. Los agresores actúan con impunidad y utilizan la violencia sexual de manera flagrante como arma de guerra. Los grupos terroristas y las organizaciones criminales transnacionales también recurren a la violencia sexual para sembrar el pánico y traumatizar a las comunidades. El discurso de odio por razón de género que se difunde en internet incita aún más a la violencia. Algunos de los blancos específicos de esta violencia son las constructoras de paz y las defensoras de los derechos humanos, así como las personas que ayudan a las supervivientes de la violencia sexual.
Según el derecho internacional, la violación sistemática y otras formas de violencia sexual se consideran crímenes contra la humanidad y crímenes de guerra. Entonces, ¿por qué su erradicación avanza con tanta lentitud? En el informe más reciente del Secretario General de las Naciones Unidas sobre la violencia sexual relacionada con los conflictos se halló que más del 70% de las partes estatales y no estatales que se mencionan en el informe son agresores continuos y han cometido crímenes durante cinco años o más. Cada nuevo conflicto, como los actuales en Ucrania y Sudán, no hace más que engrosar las cifras de este círculo vicioso sin fin.
Y la situación aún podría empeorar. Alrededor de 350 millones de personas precisan ayuda humanitaria en la actualidad, lo que supone más del doble que hace tan solo tres años. La mayor parte de este aumento se debe a conflictos nuevos y prolongados, que han dejado expuestas a millones de personas al riesgo de violencia sexual. Un gran número de víctimas tiene dificultades para obtener ayuda, ya que los conflictos y la inseguridad destruyen los sistemas sanitarios y jurídicos. Muchas de ellas se sienten demasiado asustadas o avergonzadas como para pedir ayuda.
¿Cuándo acabará? Según el ritmo de cambio actual, la respuesta parece ser «nunca». Pero esta es una respuesta absolutamente inaceptable. La violencia sexual destruye vidas y viola los derechos humanos. No debe asumirse como algo que es normal y no se puede frenar.
Todas las personas tienen derecho a la vida, la libertad y la seguridad personal. Personas como Mahlet (nombre ficticio), de 17 años, que fue violada cuando huía del conflicto en Etiopía. O como Rehman (nombre ficticio), que tras sobrevivir a la guerra de Yemen, fue obligada a casarse a la edad de 15 años con un hombre que ejercía la violencia para abusar de ella.
Ambas obtuvieron ayuda de los servicios que salvan vidas del UNFPA, el organismo de las Naciones Unidas que se encarga de las cuestiones relativas a la salud sexual y reproductiva y que coordina las respuestas a la violencia de género en más de 30 situaciones de emergencia. Se trata de una poderosa red formada por miles de actores comunitarios y asistentes locales que contribuyen a erradicar la violencia sexual a través de la prevención, la comunicación y la reducción del riesgo.
En el Día Internacional para la Eliminación de la Violencia Sexual en los Conflictos, instamos a la comunidad internacional a intensificar las acciones e incrementar la financiación de manera considerable para poder responder a estas necesidades crecientes. Solo se ha recibido el 5% de la financiación necesaria para prevenir y combatir la violencia de género en contextos de crisis en 2023.
Debemos trabajar juntos para terminar con este horror y no permitir que se repita indefinidamente.