Cada día, cientos de miles de niñas de todo el mundo sufren daños físicos o psicológicos con el pleno conocimiento y consentimiento de sus familiares, amigos y de sus comunidades, y si no se toman medidas urgentes, la situación podría empeorar. El informe examina el origen y la extensión de las prácticas nocivas en todo el mundo, y lo que hay que hacer para detenerlas.