Siria

Ya en su decimocuarto año, la crisis de Siria vivió uno de sus peores años en 2023, ya que múltiples desafíos convergieron para poner vidas en riesgo. Hoy en día la situación ha escalado a niveles sin precedentes, con 16,7 millones de personas que necesitan asistencia humanitaria en todo el país. Entre ellas, más de 8 millones son mujeres y niñas, de las cuales alrededor de 4,1 millones están en edad reproductiva. 

Sigue siendo una de las mayores crisis de desplazamiento a nivel mundial, con más de 12 millones de sirios desplazados por la fuerza. Más de 6,3 millones de refugiados son acogidos por países vecinos, entre ellos Türkiye, el Líbano, Jordania, Irak y Egipto, y casi la mitad de los refugiados son mujeres y niñas que enfrentan riesgos crecientes de violencia, explotación y falta de acceso a servicios esenciales. Las comunidades de todo el noroeste todavía se están recuperando de los efectos de los terremotos que asolaron el país en febrero de 2023, en un momento en que las necesidades humanitarias ya estaban en un nivel máximo histórico.

Los derechos de las mujeres y las niñas, incluido el acceso a servicios esenciales para su salud, su bienestar y su vida, han sido víctimas invisibles del conflicto. La violencia de género es generalizada, y el matrimonio infantil y la violencia digital están en aumento. La discriminación y las desigualdades siguen limitando las perspectivas de las mujeres, exponiéndolas a un mayor riesgo de explotación y abuso sexuales. El gran número de hogares encabezados por mujeres es particularmente vulnerable. 

Trece años de conflicto también han paralizado el sistema de salud. Alrededor de dos tercios de los hospitales y la mitad de los centros de atención primaria están fuera de servicio, y se ha producido un éxodo masivo de trabajadores de la salud. Quince millones de personas corren riesgo de perder el acceso al apoyo sanitario y nutricional debido a la escasez de fondos.

Solo en el noroeste de Siria, los terremotos de 2023 dejaron a unas 133.000 mujeres embarazadas, así como a madres lactantes y niñas menstruantes, luchando por acceder a atención médica, apoyo y suministros esenciales. Las tasas de malnutrición aguda también están aumentando entre las mujeres embarazadas y lactantes, ya que el hambre amenaza a más de la mitad del país, y más de 12,9 millones de personas en Siria necesitan asistencia alimentaria.

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El UNFPA ha estado sobre el terreno durante toda la crisis, trabajando con asociados para garantizar que las mujeres y las niñas puedan acceder a servicios de atención de la salud sexual y reproductiva y de protección contra la violencia por razón de género. En 2023, como parte de su respuesta regional a la crisis, el UNFPA prestó servicios de salud sexual y reproductiva a más de 1,9 millones de personas y prestó apoyo a más de 880.000 personas con programas destinados a prevenir y combatir la violencia de género. Además, más de 365.000 niñas adolescentes recibieron servicios esenciales, mientras que más de 16.000 mujeres se beneficiaron de asistencia en efectivo y cupones, y más de 10.000 personas LGBTQIA+ recibieron apoyo. 

A medida que las necesidades humanitarias siguen aumentando en todo el país y la región, es cada vez más crucial ampliar la respuesta a las necesidades particulares y crecientes de las mujeres y niñas ya vulnerables, incluidas las que están embarazadas y en riesgo de violencia. En 2024, el UNFPA hace un llamamiento para que se recaude un total de 145,6 millones de dólares para financiar sus operaciones en toda la región, que abarca toda Siria, Türkiye, Líbano, Jordania, Irak y Egipto.

Actualizado el 1º de julio de 2024