La salud sexual es precursora de la salud reproductiva. Por desgracia, cientos de millones de personas conviven con infecciones de transmisión sexual tanto curables como incurables y los números siguen aumentando. Cada día, más de un millón de personas contraen infecciones de transmisión sexual curables y se producen 4.000 nuevos casos de VIH. Acabar con estas epidemias requiere inversiones a largo plazo. La salud y los derechos sexuales (todos los derechos humanos, de hecho) son esenciales para lograr este objetivo.

Los tabúes, la estigmatización, la discriminación y las desigualdades impiden el acceso a la información y a los servicios de prevención y tratamiento del VIH y otras infecciones de transmisión sexual. La salud sexual es crucial para detener las nuevas infecciones por el VIH y de transmisión sexual en las adolescentes, las jóvenes y las poblaciones vulnerables. El UNFPA no sólo trabaja para reducir la transmisión del VIH y otras infecciones, sino que vincula ese esfuerzo con la salud sexual y reproductiva en la legislación, las políticas, los sistemas sanitarios y la prestación de servicios

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Hacer frente a las desigualdades

Se han registrado elevadas tasas de infecciones de transmisión sexual en determinadas poblaciones, incluidas mujeres y niñas y grupos de población clave, como se describe a continuación. Estos datos indican la situación probable de todas las infecciones de transmisión sexual, siendo los datos más detallados los que se refieren al VIH.

El VIH es una de las principales causas de muerte entre las mujeres y las niñas en edad reproductiva. Contribuye significativamente a la mortalidad materna debido a la progresión de la enfermedad y a las tasas más elevadas de sepsis, anemia y otras afecciones relacionadas con el embarazo. Otras infecciones de transmisión sexual también pueden tener graves consecuencias para la salud, lo que provoca estigmatización, violencia de género, infertilidad, cánceres y complicaciones en el embarazo. La gonorrea y la clamidia son causas importantes de enfermedad inflamatoria pélvica, lo que causa infertilidad en las mujeres; al tiempo que la transmisión maternoinfantil de infecciones de transmisión sexual, especialmente la sífilis congénita, puede provocar mortinatalidad, mortalidad neonatal, bajo peso al nacer y prematuridad, sepsis, neumonía, conjuntivitis neonatal y malformaciones congénitas.

Poblaciones clave desproporcionadamente afectadas:

  • Los trabajadores sexuales de todos los géneros corren un mayor riesgo de contraer infecciones de transmisión sexual. Las trabajadoras sexuales tienen 38 veces más probabilidades de vivir con el VIH que otras mujeres en edad reproductiva.
  • Las personas que se inyectan drogas tienen 29 veces más probabilidades de contraer el VIH que las que no lo hacen. Además, corren un mayor riesgo de contraer tuberculosis y hepatitis víricas B y C.
  • Los hombres que tienen relaciones sexuales con hombres tienen 28 veces más probabilidades de infectarse por el VIH que otros adultos. También se enfrentan a tasas más elevadas de hepatitis C, especialmente aquellos que viven con el VIH o utilizan profilaxis previa a la exposición.
  • Las mujeres transgénero tienen 22 veces más probabilidades de contraer el VIH que otros adultos.
  • Las personas que viven en prisiones y otros entornos cerrados se enfrentan a un riesgo de contraer el VIH casi cinco veces superior que el de la población general adulta, con una prevalencia mundial en prisiones estimada del 3 por ciento. La tuberculosis y la hepatitis son otras preocupaciones importantes; los datos disponibles muestran que 1 de cada 4 detenidos son positivos al virus de la hepatitis C.

Las poblaciones clave representan menos del 5 por ciento de la población mundial; sin embargo, estas poblaciones y sus parejas sexuales constituyen el 70 por ciento de las nuevas infecciones por el VIH. Fuera de África Subsahariana, su representación asciende al 94 por ciento; aunque su importancia está aumentando también en África Subsahariana donde, por primera vez en 2021, representaron la mayoría (51 por ciento) de las nuevas infecciones por el VIH. La estigmatización y la discriminación, las leyes y políticas restrictivas y punitivas y unos servicios médicos y sociales inadecuados los exponen a unos riesgos injustos de infección, enfermedad, morbilidad y muerte. La consecución de sus derechos y el acceso a los servicios son fundamentales para poner fin a la crisis.

La labor del UNFPA

El UNFPA sigue una estrategia integrada para prevenir las infecciones de transmisión sexual, incluido el VIH, y mejorar la salud sexual. Entre sus iniciativas se incluyen las siguientes:

  • Aprovechar las asociaciones para lograr inversiones y acciones estratégicas, incluso entre organismos de las Naciones Unidas, el Fondo Mundial y el PEPFAR.
  • Reforzar la programación de preservativos masculinos y femeninos y lubricantes.
  • Liderar la adquisición de suministros de salud sexual y reproductiva dentro de las Naciones Unidas, incluyendo el fortalecimiento de los sistemas nacionales de gestión logística.
  • Mejorar la continuidad y la calidad de los servicios relacionados con el VIH, las infecciones de transmisión sexual, la salud sexual y reproductiva y la violencia de género.
  • Apoyar un enfoque integrado en la cobertura sanitaria universal y la atención primaria de salud, así como esfuerzos específicos como la eliminación de la transmisión maternoinfantil del VIH.
  • Reforzar la gobernanza del sistema sanitario y comunitario y la capacidad de los proveedores de asistencia sanitaria y los educadores entre pares.
  • Reforzar las capacidades del personal sobre el terreno en intervenciones centradas en las personas y basadas en pruebas, la prestación de servicios y los sistemas de información.
  • Financiar, adquirir, educar y abogar por el acceso y la utilización de preservativos y lubricantes para todas las personas expuestas al riesgo de contraer el VIH e infecciones de transmisión sexual, independientemente de su edad, orientación sexual, situación económica o estado serológico respecto al VIH.
  • Promover un mayor uso de los sistemas de información de gestión sanitaria y los sistemas de vigilancia con datos desglosados por identidad de género, orientación sexual, edad, estado de discapacidad y entorno geográfico.
  • Movilizar a la comunidad de desarrollo, los gobiernos, la sociedad civil, el mundo académico y el sector privado para que se comprometan a poner fin al sida y a controlar las infecciones de transmisión sexual.
  • Incentivar los enfoques adaptados a los jóvenes como la formación en competencias para la vida y la educación sexual integral tanto dentro como fuera de la escuela.
  • Promover la eliminación de las barreras estructurales que impiden a las poblaciones clave y vulnerables acceder al tratamiento y la prevención del VIH y las infecciones de transmisión sexual.
  • Trabajar con comunidades de personas que viven con el VIH y poblaciones clave y vulnerables en la planificación, presupuestación, aplicación, supervisión y presentación de informes sobre programas dirigidos por la comunidad.

Además, el UNFPA coorganiza la Coalición Mundial para la Prevención del VIH y el Grupo de Trabajo Mundial sobre Prevención que trabajan para fortalecer la programación y las políticas de prevención del VIH en docenas de países seleccionados. En 2022, ONUSIDA y el UNFPA lanzaron la Hoja de ruta para la prevención del VIH 2025, en la que se esboza un enfoque de prevención centrado en las personas para poblaciones clave, jóvenes y mujeres y hombres en zonas con alta incidencia del VIH. En ella se propone un plan de acción de 10 puntos en el que se definen acciones transformadoras a escala nacional y se exige a gobiernos, comunidades y responsables de la aplicación que se unan para crear un movimiento de prevención del VIH más fuerte. El seguimiento de los progresos se realiza mediante fichas de puntuación anuales.

La importancia del preservativo

Cuando se utilizan de forma correcta y sistemática, los preservativos ofrecen uno de los métodos de protección más eficaces contra las infecciones de transmisión sexual, incluido el VIH, así como contra los embarazos no intencionales.

Entre otras iniciativas, el UNFPA y sus asociados adquirieron más de 5.000 millones de preservativos (masculinos y femeninos) y más de 526 millones de sobres de lubricante para países en desarrollo entre 2018 y 2022. La mayoría de estos suministros se donaron a países africanos subsaharianos. Esos preservativos tenían el potencial de evitar 24,9 millones de infecciones de transmisión sexual, 570.000 infecciones por el VIH y 16,3 millones de embarazos no intencionales. Además, la campaña CONDOMIZE!, un esfuerzo conjunto del UNFPA y el Proyecto Preservativo, pretende desestigmatizar los preservativos y lubricantes. Más información aquí.

Actualizado el 21 de diciembre de 2023

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