Se han hecho progresos, pero se necesita más

Se observaron avances hacia la consecución de los tres resultados transformadores del UNFPA: poner fin a las muertes maternas evitables, poner fin a las necesidades de planificación familiar insatisfechas, y poner fin a la violencia de género y a las prácticas nocivas. En algunos casos, se progresó a un ritmo superior al de décadas anteriores. No obstante, es preciso seguir aumentando el ritmo para poder cumplir nuestros objetivos.

Poner fin a las muertes maternas evitables

Entre 2000 y 2017, la mortalidad materna se redujo en un 35% en todo el mundo. Aún no disponemos de estimaciones mundiales actualizadas para evaluar los progresos realizados en el período comprendido entre 2017 y 2021. No obstante, existen indicios de que el aumento de la inversión en salud materna y en el fortalecimiento de los sistemas sanitarios está teniendo un impacto positivo, como el aumento del personal de partería formado de acuerdo con los estándares internacionales.

Por desgracia, los avances hacia la consecución de la meta del ODS de reducir la mortalidad materna han sido demasiado lentos, incluso antes de la pandemia; además, las pruebas apuntan a la posibilidad de que la pandemia haya perjudicado estos esfuerzos.

Poner fin a las necesidades de planificación familiar insatisfechas

Las necesidades de planificación familiar insatisfechas disminuyeron entre 2018 y 2021, y la tasa de disminución fue ligeramente más elevada en algunas regiones respecto al período cuatrienal anterior. A escala mundial, el 49% de las mujeres o sus parejas utilizaron al menos un método anticonceptivo, lo que representa el 77% de la meta del plan estratégico. En 2021, el 77% de las mujeres en edad de procrear habían satisfecho sus necesidades en materia de planificación familiar mediante.

Pese a todo, la tasa de reducción no basta para poner fin a las necesidades de planificación familiar insatisfechas de aquí a 2030.

En las dos últimas décadas, el porcentaje mundial de mujeres en edad de procrear con necesidades de planificación familiar insatisfechas se ha mantenido en torno al 9%. Los últimos datos muestran que cerca de la mitad de todos los embarazos a nivel mundial no son planeados, y muchos de ellos terminan en abortos no seguros; esta circunstancia contribuye al elevado número de muertes maternas.

Poner fin de la violencia de género y a todas las prácticas nocivas, incluidos la mutilación genital femenina y el matrimonio infantil, precoz y forzado

Seguimos sin contar con información suficiente sobre la prevalencia de la violencia de género, y las interrupciones fruto de la pandemia han limitado la capacidad para recabar datos fiables en los últimos cuatro años. Los datos disponibles desde el año 2000 al año 2018 indican que aproximadamente 736 millones de mujeres —casi 1 de cada 3— han sufrido como mínimo una vez en la vida violencia de pareja, violencia sexual ejercida por una persona que no era su pareja, o ambos tipos de violencia. Otros datos recabados durante la pandemia, como las llamadas a teléfonos de asistencia y los resultados de búsquedas en línea, apuntan a un aumento de la denominada pandemia de violencia de género en la sombra que ha tenido lugar en el marco de las medidas de confinamiento decretadas por la COVID-19. Pese a estos datos tan desalentadores, existen indicios de que las actitudes y las normas están cambiando en todo el mundo. Los compromisos mundiales suscritos durante la Cumbre de Nairobi sobre la Conferencia Internacional sobre la Población y el Desarrollo (CIPD) en 2019 y en el Foro Generación Igualdad en 2021 pusieron de manifiesto que la comunidad internacional está firmemente convencida de que el progreso de la humanidad no será posible si no se garantizan la seguridad y la participación de las mujeres y las niñas.

Desde el año 2000, la prevalencia de la mutilación genital femenina ha disminuido en un 25%, con una tasa de reducción más pronunciada entre 2015 y 2020 que en el período anterior, comprendido entre 2010 y 2015. Asimismo, los datos recientes dan cuenta de que en la última década se previnieron 25 millones de matrimonios infantiles gracias a los rápidos avances para eliminar esta práctica. Con todo, al igual que con los resultados transformadores del UNFPA, la tasa de disminución ha sido bastante desigual y, a día de hoy, sigue sin ser suficiente para cumplir la meta para 2030.

Ahora que la organización emprende la siguiente fase de su recorrido hacia 2030 con el Plan Estratégico para 2022-2025, las lecciones aprendidas en los últimos cuatro años serán fundamentales. Estas experiencias nos muestran que es posible avanzar incluso en condiciones aparentemente imposibles. Es momento de acelerar de forma drástica nuestros avances mediante inversiones y acciones.